Chávez contra el juego violento

La Asamblea Nacional de Venezuela ha aprobado una Ley que castiga con penas de prisión de tres a cinco años a empresas que creen, importen, distribuyan, vendan o alquilen videojuegos y juguetes bélicos de naturaleza violenta. La norma se extiende también a los usuarios y se pondrá en marcha dentro de tres meses, antes del cual las «autoridades competentes o jurídicas» coordinen «las acciones que resulten necesarias para la entrega voluntaria de videojuegos y juguetes bélicos para su destrucción».

La ley venezolana «para la prohibición de videojuegos y juguetes bélicos« tiene la finalidad de «evitar la fabricación, importación, distribución, venta, renta y uso de vídeos, juegos y juguetes bélicos de naturaleza violenta».

La norma ha abierto una fuerte polémica en la Red, en general con palabras de grueso calibre contra el presidente Chávez ya que, en teoría, estará igual de perseguido jugar con “una pistola de agua” que poseer un arma real de fuego, aunque el precursor de la Ley, el vicepresidente José Albornoz explicara “que no existía hasta ese momento control sobre las armas de juguetes, que pudieran ser usadas por los delincuentes dado su parecido con armas reales”.

Más preocupante aún es la prohibición de comercialización y uso de videojuegos, que ya tienen un restrictivo código por edades que debería ser suficiente para que el juego violento no llegue a personas no formadas sin meter en la cárcel a los usuarios.

Albornoz explicó que «la violencia no es problema coyuntural sino estructural y entendemos que los elementos clave en los que se sustenta la sociedad son la Iglesia, la familia y la educación. Son éstos los que deben crear conciencia además de contar con las acciones represivas de los órganos de seguridad”.

La Ley entrará en vigor en tres meses. Hasta entonces los comerciantes tendrán que deshacerse del material y también los usuarios que ya pagaron por ellos.