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La NASA se externaliza
La Casa Blanca ha decidido financiar la iniciativa privada externalizando distintos proyectos que pueden abrir un nuevo capítulo en el programa espacial estadounidense y principalmente en la investigación en alta tecnología asociada. La propuesta se incluirá en el próximo presupuesto de la administración Obama, una iniciativa polémica que se enfrenta a serios obstáculos políticos, financieros y de seguridad.
La Casa Blanca ha decidido financiar la iniciativa privada externalizando distintos proyectos que pueden abrir un nuevo capítulo en el programa espacial estadounidense y principalmente en la investigación en alta tecnología asociada. La propuesta se incluirá en el próximo presupuesto de la administración Obama, una iniciativa polémica que se enfrenta a serios obstáculos políticos, financieros y de seguridad.
”La Casa Blanca decide externalizar el trabajo de la NASA” titula The Wall Street Journal. El objetivo es potenciar en los próximos años la iniciativa privada para competir en la investigación espacial, incluyendo la construcción de vehículos espaciales capaces de transportar astronautas a la órbita terrestre y en un futuro a largo plazo explorar el sistema solar.
Una propuesta novedosa y polémica que el Congreso puede impugnar aduciendo el concepto de seguridad y la carga económica para financiar la iniciativa. La idea de la externalización de una parte de las actividades de la agencia espacial estadounidense cobró impulso tras las recomendaciones de una comisión presidencial dirigida por el ex ejecutivo del contratista militar Lockheed Martin.
La Comisión argumentó que, “permitir a empresas privadas la construcción y lanzamiento de naves espaciales ahorrará dinero a largo plazo y permitirá a la NASA centrarse en objetivos más ambiciosos”. No todos están de acuerdo, principalmente la vieja guardia de la agencia encabezada por algunos astronautas y congresistas como el demócrata que encabeza una comisión clave, estimando que destinar fondos a financiar actividades privadas retrasará aún más los programas de la NASA o directamente tendrán que ser abandonados.
Así, advierten que el programa de exploración espacial tripulada y la construcción de nuevos cohetes y transbordadores podrían quedar en suspenso. Peligro, también para la investigación avanzada en alta tecnología, clave al ser trasladable normalmente a otros sectores industriales y comerciales en la Tierra.
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