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Aprende a filtrar tus e-mails

¿Cuántos mails hay en estos momentos en la bandeja de entrada de tu gestor de correo electrónico? ¿Cuántos de ellos están sin abrir? y, sobre todo, ¿cuántos de ellos son totalmente imprescindibles? Aunque no está científicamente demostrado, aproximadamente entre el 80 y el 90% de los e-mails que recibimos a diario no son realmente importantes, y muchos son simplemente son ruido con el que debemos lidiar.

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¿Cuántos mails hay en estos momentos en la bandeja de entrada de tu gestor de correo electrónico? ¿Cuántos de ellos están sin abrir? y, sobre todo, ¿cuántos de ellos son totalmente imprescindibles? Aunque no está científicamente demostrado, aproximadamente entre el 80 y el 90% de los e-mails que recibimos a diario no son realmente importantes, y muchos son simplemente son ruido con el que debemos lidiar.

 

 

Teniendo en cuenta unas imprescindibles bases teóricas, cabe preguntarse qué tipo de e-mails son susceptibles de ser filtrados, y cómo debemos realizar dicho filtro. Nuestros compañeros de MuyPymes proponen los siguientes:

1 – Newsletters.

La forma más sencilla de filtrar todas las newsletters que recibimos es crear una dirección de correo electrónico ad hoc para las mismas utilizando el símbolo +. Por ejemplo, si nuestro correo es pedro@gmail.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla , podríamos gestionar todas las newsletters que recibimos en la dirección pedro+ newsletters@gmail.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla .

2 – Forwards y mails en cadena.

Si somos víctimas de este tipo de envíos, lo ideal es crear un filtro que actúe basado en dos reglas. En la primera identificaremos las personas que nos envían este tipo de correos electrónicos, y por lo tanto la primera parte de la regla incluirá sus direcciones de correo electrónico. En la segunda parte indicaremos que queremos que se filtren los correo cuyo asunto incluya el término "Fwd" que indica que un e-mail ha sido reenviado. En tercer lugar decidiremos qué queremos hacer con ese e-mail… ¿borrarlo? ¿archivarlo?.

 

 

 

3 – Comentarios en tu blog.

Las principales plataformas de blogging nos suelen enviar dichas notificaciones desde una dirección de correo concreta, por lo que realmente es muy sencillo filtrar todas estas notificaciones para poder revisarlas más adelante si tenemos tiempo y nos sentimos con ánimos para ello.

4 – Facebook, Twitter y otras redes sociales.

La explosión de las redes sociales va unida inevitablemente a un aumento exponencial de las notificaciones que recibimos en nuestro correo electrónico. Algunas, como Facebook, pueden ser realmente invasivas por lo que dependiendo del nuestro número de contactos podemos llegar a recibir decenas de ellas a lo largo del día. Como en el caso anterior, filtrarlas es tan sencillo como asignar una regla basada en el remitentes de cada uno de esos e-mails que recibimos.

5 – Promociones y ofertas especiales.

Como en el caso de las newsletters, una de las consecuencias directas del auge del correo electrónico es que de forma insconsciente (o consciente) cada vez nos apuntamos a más tiendas on-line de las que deseamos recibir sus promociones especiales o las novedades de cada temporada. Si somos compradores habituales, el "ruido" que recibimos puede llegar a ser realmente ensordecedor, por lo que aplicar de nuevo un filtro a este tipo de envíos suele ser una práctica más que recomendable.
 

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