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La otra cara de Larry Ellison

Las excentrecidades de Larry Ellison son muchas pero poco conocidas. Desde dar la vuelta al mundo en velero hasta conducir atrevidos deportivos, vestir de Armani o comprar compañías de forma casi compulsiva.… Lo que muchos no saben es la afición a los cameos de cine de este informático hecho a sí mismo que empezó como programador de la CIA y está ya en el top ten de los hombres más ricos del mundo.

Publicado el

18 septiembre, 2010

por

Fernando Claver

Las excentrecidades de Larry Ellison son muchas pero poco conocidas. Desde dar la vuelta al mundo en velero hasta conducir atrevidos deportivos, vestir de Armani o comprar compañías de forma casi compulsiva.… Lo que muchos no saben es la afición a los cameos de cine de este informático hecho a sí mismo que empezó como programador de la CIA y que lleva tiempo en los top ten de los hombres más ricos del mundo.

Billionario, ligón, amante de deportes arriesgados, ambicioso y clarividente en esto de la tecnología: así es Larry Ellison.

Lo que muchos no saben es su afición a los cameos de cine. De hecho en la última película de Iron Man II –mala como ella sola dicho sea de paso- sale nuestro amigo Ellison en el arranque, en la escena de una convención donde se ve en segundo plano todo el placement de Oracle. Y es que esta firma y sus soluciones tecnológicas son básicas para la generación de efectos especiales en las películas del sello Marvel. De hecho Iron Man II es la inspiración de la puesta en escena de esta edición del Openworld.

Ellison, a lo Schwarzenegger, en Iron Man II.

Lo cierto es que este informático que trabajaba para hacer desarrollos para la CIA en los años setenta –montó la empresa porque la Agencia no le quiso comprar una base de datos relacional llamada Oracle- ha tenido una vida de lo más movida. Casado cuatro veces, se le tiene por ligón empedernido. Le encanta la velocidad ya sea en coches, barcos o aviones. Posee incluso un caza de guerra, imaginamos que sin armas. Es íntimo de Steve Jobs (fue el fotógrafo de su última boda) y tiene fobia -parece que curada- por Bill Gates, con el que se "picaba" a principios de los 2000 por ser el hombre más rico del planeta. Ahora ocupa el lugar sexto según la lista del Forbes.

A nivel empresarial muestra una voracidad sin límites. En 2005 empezó una frenética carrera por adquirir corporaciones de sus competidores -65 en cinco años- entre las que destacan nombres míticos como People Soft, Bea Systems o la mítica Sun. Una curiosa forma de allanar el mercado.

Su última batalla es traerse la Copa América a la Bahia de San Francisco y dejar a Valencia en un papel muy secundario en esta elitista competición. Y lo puede hacer como ganador de la última edición.

En la Wikipedia podéis encontrar más datos sobre este neoyorquino enamorado de San Francisco, un viejo rockero que, al estilo de Steve Jobs -con el que comparte además de amistad y pasión por California, el Moscone Center para hacer sus anuncios de productos- es la auténtica imagen de su compañía. Genio y figura a sus 67 años.

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