Tiendas on-line: cómo gestionar el entorno IT para que estén siempre abiertas

Marc Salimans, director de Ventas de ATEN Europa.

Hoy en día, debido a que más y más procesos empresariales están automatizados, las compañías dependen cada vez más de las Tecnologías de la Información (TI). Los emprendedores on-line no pueden permitirse que sus negocios de Internet dejen de estar operativos ni siquiera un minuto. Por esa razón, con el fin de detectar a tiempo el riesgo de que un servidor web se “caiga”, es necesario supervisar el entorno de TI de forma continua. Solo así se puede evitar que una tienda on-line deje de estar disponible durante un largo periodo de tiempo, lo cual provocaría una pérdida de ingresos.

La auto-reparación

Afortunadamente, cada vez están disponibles más herramientas asequibles que permiten mantener el entorno de TI en perfecto estado de funcionamiento. Desde hace tiempo, los proveedores de hardware diseñan servidores con mecanismos que hacen posible controlar su estado, realizar diagnósticos y activar alarmas cuando se producen acontecimientos que pueden afectar a su disponibilidad, con el fin de tomar las medidas correctoras oportunas. En ocasiones, los servidores son capaces incluso de llevar a cabo acciones correctivas por sí mismos (lo que se conoce en inglés como «self-healing»). Estas acciones pueden ser tan simples como modificar la velocidad del ventilador para optimizar la refrigeración o reiniciar el software para desbloquear un proceso.

Los desarrollos más recientes han dado como resultado soluciones creadas por grandes fabricantes del sector como iLO (HP), DRAC (Dell) o RSA II (IBM). Estas soluciones se basan en un controlador de gestión de la placa base que los proveedores instalan en sus servidores. Por ejemplo, estos «mini ordenadores» integrados en el servidor pueden realizar funciones específicas a través de una Interfaz Inteligente de Administración de Plataformas (IPMI). Esto permite que el departamento de TI o un proveedor de servicios externo resuelvan los problemas del servidor de forma remota cuando existe el riesgo de que deje de funcionar debido a que, por ejemplo, la temperatura de un componente del servidor sea excesiva. Sin embargo, las soluciones IPMI resultan a menudo innecesariamente complejas y no están al alcance de todos los usuarios que las necesitan.

Enchufes inteligentes

Pero existen otras maneras de administrar los servidores de forma remota. Los conmutadores KVM sobre IP permiten la gestión centralizada de grandes volúmenes de servidores, lo que acelera la resolución de las incidencias de los equipos y reduce los periodos de inactividad. Además, los enchufes que suministran energía a los servidores pueden proporcionar información muy valiosa sobre el estado de éstos y hacer que se conecten o desconecten según sea necesario.

Actualmente existe una tendencia a pasar de las Unidades de Distribución de Energía (PDU) analógicas a las PDU inteligentes. A su vez, estos “enchufes inteligentes” se pueden combinar con sensores que supervisan la temperatura y la humedad del bastidor donde se alojan los servidores. Fabricantes como ATEN añaden software de supervisión para analizar esta información. Esto permite iniciar acciones inmediatas si la temperatura supera un umbral crítico, por ejemplo. En cambio, a bajas temperaturas puede convenir reducir la refrigeración para disminuir los costes.

Por lo tanto, cada vez existen más alternativas a disposición del departamento de TI o de los proveedores externos que les permiten mantener los servidores disponibles y en óptimo estado de funcionamiento. Naturalmente, estas soluciones requieren algunas inversiones adicionales, dado que los enchufes inteligentes y los conmutadores KVM resultan más costosos que sus equivalentes analógicos «sin inteligencia». Pero, en mi opinión, no invertir en esta tecnología no es realmente una opción. Cualquier tienda online que deje de estar disponible cada vez que sufre un recalentamiento del servidor o la desconexión de un cable, perderá una gran cantidad de ingresos.