¿Eres un jefe inolvidable?

¿Recuerdas a todos los jefes que has tenido? ¿Cuántos eran buenos y cuántos eran malos? Pero, ¿hubo alguno que fuera realmente memorable? Quizás las cualidades que poseen estos últimos no puedan ser plasmadas en el papel, pero quedan para siempre en la memoria o en el corazón de sus empleados. Según un artículo encontrado en LinkedIn, estas son algunas de las cualidades que hacen a un jefe inolvidable:

1 – Creen lo increíble.

Los jefes memorables esperan más de sí mismos y de los demás, y te muestran cómo llegar ahí a tu meta y objetivos, enseñándote que puede ser un viaje increíble.

2 – Ven una oportunidad en la inestabilidad y en la incertidumbre

Problemas inesperados, grandes crisis, bloqueos de proyectos imprevistos… la mayoría de los jefes, ante estas situaciones, esperan a que pase la tormenta, pocos ven las crisis como oportunidades. Saben que es muy difícil hacer grandes cambios, aunque sean necesarios, cuando las cosas van relativamente bien.

Saben que la reorganización de un equipo de ventas se acepta con mayor facilidad cuando pierden a un cliente importante. Saben que la creación de nuevos canales de venta es mucho más fácil cuando un competidor grande entra en el mercado. Saber reorganizar las operaciones de fabricación es mucho más fácil cuando el flujo de suministros y componentes se interrumpe.

Los jefes memorables ven la inestabilidad y la incertidumbre, no como un obstáculo sino como un facilitador. Se reorganizan, remodelan y crean para tranquilizar, motivar e inspirar, haciendo a la organización mucho más fuerte.

3 – Tienen sus emociones a flor de piel

Los buenos jefes son profesionales y, sin embargo, muy humanos. Muestran entusiasmo sincero cuando las cosas no van bien, también cuando ven el trabajo duro y el esfuerzo extra. Muestran decepción por algo que no hayan hecho bien, pero no por el trabajo de otros. Celebran, empatizan, se preocupan, a veces se sienten también frustrados o enojados. El profesionalismo es admirable, la profesionalidad (con unas dosis de humanidad) es inspiradora.

4 – Protegen a su equipo

Los buenos jefes nunca ponen a su equipo a los pies de los caballos. Siempre que sea posible, saben poner a salvo a su equipo cuando se avecina tormenta, y ellos no lo saben hasta mucho más tarde (o nunca) porque los buenos jefes no lo hacen para pavonearse.

5 – Siguen al pie del cañón

La verdadera medida del valor de cada uno es la contribución tangible que hacemos a diario. Por eso no importan lo que se haya logrado en el pasado, a los buenos jefes no se le caen los anillos para hacer cualquier cosa y solo exponen los frutos de su trabajo.

6 – Lideran con permiso, no con autoridad

El jefe tiene un título que les da derecho a dirigir, tomar decisiones, organizar, instruir y disciplinar. Pero los jefes memorables conducen porque sus empleados quieren que les lleven, están motivados e inspirados por la persona, no por su cargo. A través de palabras y acciones, los empleados sienten que trabajan codo a codo con él, no para él.

7 – Ambicionan un objetivo más grande

Un jefe memorable trabaja para alcanzar los objetivos de la empresa, y conseguir más que otros, pero también para servir a un propósito mayor: el crecimiento profesional de los empleados, rescatar a los trabajadores que luchan, inculcar un sentido de orgullo y autoestima en los otros… saben que el negocio es siempre algo personal.

8 – Toman riesgos reales

Muchos jefes, como muchas personas, intentan sobresalir de manera superficial, ya sea su ropa, sus intereses, o ciertas demostraciones públicas a una iniciativa popular. Los jefes memorables destacan porque están dispuestos a adoptar una postura impopular y sabe los riesgos, y los asumen porque creen que la recompensa merecerá la pena. Con su ejemplo inspiran a otros a asumir riesgos con el fin de hacerles creer que es posible.