Uber, ‘a río revuelto, ganancia de pescadores’

Hace apenas unos meses, pocos sabían qué era Uber, más allá de las ciudades en las que estaba funcionando. Hoy en día, y sin invertir un euro en publicidad, todo el mundo habla de esta aplicación de «economía colaborativa«. Y es que aquellos que quieren acabar con este tipo de negocio (con más o menos razón) le han hecho un gran favor a la empresa: ahora todo el mundo habla de Uber y todo el mundo quiere probarla.

La huelga de taxistas a nivel mundial fue el desencadenante, (en España, solo funciona en Barcelona), decían que les hacían competencia desleal y el ruido que hicieron para denunciar la situación provocó que todo el mundo se preguntara qué es Uber y qué beneficios podía proporcionarle.

¿La consecuencia? pues que la plataforma registró fuertes subidas de registro de usuarios que, en ciudades como Londres, llegó al 850%.

Esta relación «causa efecto» también se ha vuelto a repetir hace unos días en Alemania. Concretamente, el pasado marte, el tribunal regional de Frankfurt impuso esta medida cautelar al no apreciar una “legalidad total” en el servicio. Según los medios alemanes, el tribunal determinó que Uber era ilegal debido a que sus conductores no tienen los permisos y seguros apropiados. Ante tales declaraciones Uber ha declarado que luchará en contra de esta medida cautelar.

Pues bien, la prohibición provocó que, de forma casi inmediata, el número de suscriptores alemanes a dicha app subieran un 387% en todo el país. En concreto, un incremento del 590% en Hamburgo, del 518% en Dusseldorf, del 329% en Munich, del 270% en Berlín y del 228% en Frankfurt.

Ante tales avalanchas de nuevos usuarios, el apetito de Uber no ha parado de crecer y crecer y ahora se ha asociado con Alexandria Real Estate Equities para construir una nueva sede, de 423.000 metros cuadrados, en el barrio Mission Bay de San Francisco. Así, Uber será el propietario del 49% de la construcción y alquilará la totalidad de su espacio para oficinas.

«Necesitaban esta expansión», dijo Joel Marcus, director ejecutivo de Alejandría, que ha construido otras propiedades en la zona, y que generalmente está enfocado en empresas de biotecnología. Marcus dijo que comenzó a hablar con Uber sobre su necesidad de aumentar su espacio físico después de que la compañía estuviera estudiando esa posibilidad con ellos, pero en un espacio más pequeño. «La velocidad era esencial y la seguridad es crítica, y hemos sido capaces de proporcionárselas«, dijo.