Expertos: «A los co-CEOs de Oracle les doy un año, como máximo»

Tras el anuncio de Larry Ellison de que abandonaba su cargo de CEO en Oracle para desempeñar funciones de CTO, los analistas han tardado poco en hacer balance de la situación y predecir las consecuencias de esta decisión, a corto plazo, para la compañía y para los protagonistas. Y desde luego que estas no son muy alagüeñas.

El hecho de que Ellison no vaya a retirarse, sino que va a seguir participando muy de cerca en las decisiones de la compañía, «hará la vida muy difícil a los nuevos CEOs«, según Thomas Saporito, CEO de la firma RHR International LLP, «les doy un año como máximo».

Aún así, hay que tener en cuenta como algo a su favor que Catz y Hurd llevan trabajando juntos cuatro años de forma armoniosa y que se entienden muy bien. Han tenido puestos de responsabilidad durante mucho tiempo en Oracle y van a mantener esa responsabilidad en la nueva era de la compañía. Ellos siempre se han centrado en las operaciones internas de Oracle mientras  dejaban a Ellison que se encargara de las «relaciones públicas».

Según indican en The Wall Street Journal, Catz es brillante con los números y las operaciones pero odia las funciones públicas, por su parte, Hurd se siente más cómodo difundiendo el mensaje de la empresa y fomentando las relaciones con los clientes.

De la misma opinión que Saporito es un analista de Morningstar, quien indica que «rara vez resulta una buena idea» tener dos CEOs. «Posiblemente habrán pocos cambios a corto plazo pero, a la larga, uno siempre se pregunta si va a funcionar. De hecho, me sorprendería ver a Safra y Mark como CEOs de aquí a cinco años».

El principal motivo que justifica estos malos augurios, según los expertos, es que ambos heredan una empresa que necesita un urgente crecimiento de ingresos y ponerse al día con sus rivales en las nuevas áreas de tecnología. No obstante, Oracle ha fallado en las previsiones de ingresos de los analistas en seis de los últimos ocho trimestres, incluyendo el primer trimestre fiscal. Lo que ha provocado un éxodo masivo de ejecutivos de venta de Oracle a compañías rivales, el caso más sonado fue el de Anthony Fernicola se que unió a Salesforce el año pasado.

Otro motivo que haría pensar que la nueva aventura ejecutiva de Oracle puede no tener buen puerto es fijarnos en otras multinacionales que han puesto al mando a dos personas. Por ejemplo, SAP tuvo dos CEOs durante cuatro años: Bill McDermott y Jim Hagemann Snabe, pero este último renunció el pasado mes de mayo dejando al primero como único CEO.