Forbes: Cuanto más jefe, menos inteligencia emocional

Encontramos un interesante artículo en Forbes que habla de la relación entre la inteligencia emocional y la posición de poder que tienen las personas en una organización. Hace unos años, el CEO sin corazón se convertía en un icono y un cliché en la sociedad estadounidense. Parece que Hollywood quería hacer creer que el alto ejecutivo maquiavélico todavía estaba «vivito y coleando», como se suele decir.

Pero, ¿esto es solo producto de la televisión o también ocurre en el mundo real? ¿las empresas introducen este tipo de ejecutivos para poder sobrevivir?

Para averiguarlo, Forbes analizó los perfiles emocionales de varios ejecutivos de primera línea de dirección, para obtener una muestra de más de un millón de datos. Y descubrieron que la respuesta era «sí», las organizaciones de hoy en día parecen promover el inepto emocional, pero con matices.

Es decir, se dieron cuenta que la inteligencia emocional era muy alta en los mandos intermedios, pero esta va descendiendo a medida que nos alejamos de ellos. Esto demuestra que las empresas tienden a promover a posiciones de supervisión a gente que son sensatas y buenas con los demás. En el lado contrario están los altos ejecutivos, así, los CEOs tienen los porcentajes más bajos en inteligencia emocional en el lugar de trabajo.

Sin embargo, según el estudio, los trabajadores que obtienen mejor desempeño son los que tienen las calificaciones más altas de ecualización. A pesar de que los CEOs tienen una pésima puntuación de inteligencia emocional, son los que más altos porcentajes de ecualización obtienen.

Cuanto más se escala por encima de los mandos intermedios, más empresas se centran en las métricas para tomar decisiones de contratación y promoción. Si bien estos indicadores de base son importante, nadie va a colocar a alguien en lo más alto solo por conseguir logros monetarios. Las empresas también promueven a los líderes por su conocimiento y aptitudes, en lugar de su habilidad para inspirar a otros a que sobresalgan.

Una vez que los líderes ascienden entran en un entorno que tiende a erosionar su inteligencia emocional. Pasan menos tiempo interactuando con su personal y pierden de vista cómo su comportamiento impactan en quienes les rodean. Es tan fácil lograr evadirse de la realidad….

Para evitar esto, el artículo de Forbes también establece cinco estrategias para entrenar esa inteligencia emocional y que nunca le abandone.

1 – Ten empatía y reconozca los sentimientos de otras personas.

2 – Cuando te guste algo, hágalo saber.

3 – Estudie sus propias emociones.

4 – Duerma lo suficiente.

5 – Anule el diálogo negativo interno.