Los vehículos inteligentes son vulnerables a hackeos

Tras la denuncia en Estados Unidos de que los vehículos inteligentes son vulnerables contra los hackers, muchos fabricantes han admitido la existencia de pocas barreras ante posibles robos de información o que terceras personas tomen el control del automóvil de forma remota, según detallan desde AP.

Cada vez es más común que las compañías lancen al mercado vehículos con tecnología inalámbrica incorporada, pero ahora se ha descubierto que estos dispositivos no están preparados para resistir posibles hackeos. Los datos han sido revelado por el senador demócrata Edward Markey, del estado de Massachusetts, quien preguntó a los fabricantes acerca de las medidas en ciberseguridad en los vehículos que se comercializan en Estados Unidos.

Todo viene después de unas investigaciones que aseveraban que un hacker podría llegar a tomar el control del vehículo de forma remota gracias a los dispositivos inalámbricos incorporados actualmente en los automóviles que se comercializan. Ante esto, 16 fabricantes de vehículos confesaron que existe «una evidente carencia de medidas apropiadas de seguridad para proteger a los conductores contra los hackers que pudieran tomar el control de un vehículo o contra quienes intenten recolectar y utilizar información personal del conductor», argumentó el senador Markey.

Esto es debido a que los automóviles actuales disponen de conexiones como Bluetooth, acceso a internet, WiFi y conexión con el smartphone, entre muchas otras. Ante esto, sólo tres fabricantes de vehículos dijeron contar con algunos modelos sin acceso inalámbrico, pero son una parte pequeña y decreciente de su stock. Por tanto, Markey hace hincapié en el peligro que esto representa para unos conductores que «han llegado a depender de estas nuevas tecnologías, pero desafortunadamente los fabricantes de automóviles no han hecho su parte para protegernos de ciberataques o invasiones a la privacidad».

Los fabricantes de automóviles que facilitaron información a Markey fueron BMW, Chrysler, Ford, General Motors, Honda, Hyundai, Jaguar Land Rover, Mazda, Mercedes-Benz, Mitsubishi, Nissan, Porsche, Subaru, Toyota, Volkswagen-Audi y Volvo. Por su parte, Aston Martin, Lamborghini y Tesla se negaron a colaborar con el senador estadounidense.