La Fundación Bitcoin necesita fondos urgentemente

No se puede decir que le estén marchando bien las cosas a los creadores de Bitcoin. Según explica Bloomberg, el director ejecutivo de la Fundación Bitcoin, Bruce Fenton, dio la voz de alarma durante una de las últimas juntas del año avisando de que necesitarían más fondos si querían que la cosa marchara. Según explicaba Fenton, en los últimos dos años han visto volar 7 millones de dólares, y desde el pasado noviembre los activos de la fundación se cuentan en unos escasísimos 12.553 dólares.

Dentro de la Fundación se cuestionan  ahora qué medios serían los más adecuados para atraer donantes que aporten rápidamente el dinero que falta. Aunque también existen voces que se preguntan si lo que ofrece la Fundación Bitcoin es lo suficientemente atractivo como para justificar su propia existencia.

Después de un tiempo en que la criptomoneda estaba en boca de todos y parecía que era inevitable que acabásemos usándolo como un activo más en nuestras finanzas, lo cierto es que diversas polémicas han comenzado a minar la confianza de los posibles inversores. Así, mientras grandes figuras como Microsoft, Dell, el Gobierno de Australia, PayPal, BBVA o Rakuten aceptaban en su seno el uso de Bitcoin, noticias que vinculaban la criptomoneda con el radicalismo islámico, los fraudes, el blanqueo de dinero y otras actividades delictivas. Una burbuja que alcanzó cifras millonarias para acabar precipitándose bajo todos estos escándalos.

Sin ir más lejos, dos ex miembros de la junta de la Fundación Bitcoin han tenido que vérselas con la justicia. Por un lado, Marcos Karpeles, ex director ejecutivo de Mt. Gox, detenido en Tokio en septiembre pasado, acusado de malversación de fondos y, por otro lado, Charlie Shrem, ex vicepresidente de la fundación, que se declaró culpable de blanqueo de dinero y actualmente cumple dos años de condena en una cárcel federal.

Con estos acontecimientos en su historia reciente, es natural que los actuales responsables de la fundación se cuestionen si merece la pena continuar adelante con el proyecto. Los 7 millones de activos de finales de 2013 se redujeron a 4,6 millones en 2014, coincidiendo con el estallido de la burbuja. En la junta del pasado diciembre se vio que el presupuesto se había reducido en más de un 95% en el último año.

A partir de la caída del precio de Bitcoin, la Fundación anunció que dejaría de lado los esfuerzos de políticas públicas para dedicarse sólo al desarrollo técnico de la moneda, básicamente porque no tenían medios para hacer las dos cosas a la vez. Pero mientras la compañía braceaba en alta mar por su supervivencia, varias entidades se unieron en la Alianza Blockchain para colaborar con la policía a investigar las posibles actividades criminales que se producen al amparo de Bitcoin.

A pesar de todos estos inconvenientes, aún queda gente dentro de la fundación sigue habiendo gente que apuesta por su salvación, y para demostrarlo han comenzado a mover ficha para alejar de la junta a los que no estén dispuestos a poner todos sus esfuerzos en sacar adelante la idea y los principios de la Fundación y nombrar a tres nuevos miembros que se centren el desarrollo tecnológico, la promoción y la regulación de Bitcoin si prospera la iniciativa de revisar los principios fundacionales de la entidad.