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A Fondo

¿Tiene Apple la crisis de los 40?

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Es curioso. Tengo la costumbre, al acostarme, de empezar a escuchar un podcast o de ver algo (serie, película, programa, etcétera), con cuyo arrullo suelo quedarme dormido, y anoche en un ejercicio de nostalgia la elección fue el inolvidable «Un, dos, tres». Así que me quedé dormido y hoy me he despertado pensando en cómo pasa el tiempo, en lo chiquitín que era cuando lo veía, y en que a lo tonto ya crucé la barrera de los cuarenta (el año pasado, para más señas). Y tras mojar la nostalgia en el café junto con un par de magdalenas, he leído un genial artículo en Computerworld, en el que se dan las cinco razones por las que parece que Apple podría encontrarse en la misma fase que yo: tonteando con la crisis de los 40. Y yo, que llevo muy a gala eso de «Mal de muchos…», pues me he sentido un poco mejor, y me parece que merece la pena dar un repaso a esas cinco razones, si bien te aviso de que también hay cinco explicaciones alternativas (una en cada punto) que desmontan la teoría. Que cada cuál elija lo que prefiera. Yo ya he hecho mi elección al respecto, y llevo todo el día mirando a mi iMac con cara de «Te entiendo, estamos en lo mismo».

Grandes éxitos

Si hay algo común en la carrera artística de músicos y bandas con cierto recorrido es que, al llegar a cierto momento, y aunque sigan publicando sus nuevas creaciones de manera periódica, consideran que llega el momento de empezar a cobrarse las rentas del trabajo ya realizado, lo que se suele traducir en empezar a publicar recopilatorios con sus «mejores» obras (entrecomillo ese mejores porque, en no pocas ocasiones, la selección parece hecha por un bonobo con los ojos vendados y una máquina de escribir). Y si tanto el público como la crítica entonan el consabido «A mi me gustan sus discos del principio», la probabilidad tiende a 1, e incluso es posible que éste se divida a su vez en varias partes (por años, enchufado y acústico, estudio y directo, con los ojos vendados y a la pata coja…). Y en cierta medida eso es, precisamente, lo que acaba de hacer Apple con el lanzamiento del iPhone SE que, con algunos cambios, es básicamente un iPhone 5S puesto al día. Un teléfono que cosechó un gran éxito, que sigue contando con el beneplácito de público y crítica. Apple ha remasterizado y puesto de nuevo a la venta uno de sus grandes éxitos.

No faltará quienes digan que, en realidad, se trata de un movimiento muy inteligente de Apple, que al ser consciente del estancamiento que sufre el mercado de la telefonía móvil, ha decidido atacar a un nuevo segmento de usuarios, para los que el precio era la gran barrera de entrada. Ahora, por el precio de un teléfono de gama media-alta, puedes tener un iPhone. Tiene sentido, lo sé, aunque prefiero la otra teoría.

Ruedas nuevas

¿Hay algo más recurrente que cumplir los 40 años y, automáticamente, dejar aparcado el monovolumen y comprarte un coche molón? Igualito que Kevin Spacey en American Beauty. Mejor biplaza, aunque eso te suponga un problema para cargar la compra cuando vas a Carrefour y tienes que comprar la leche para todo el mes. Puede ser un deportivo, un clásico o, si te lo puedes permitir, la suma de ambos. Y preferentemente de color rojo, en todos los casos, no sólo porque luce más, sino porque su reflejo le da un tono sonrosado a tu piel que también resulta muy juvenil. ¿Y qué va a hacer Apple para celebrar sus 40 años? ¡Un coche! Da igual que el del motor sea un mercado que está saturado y en el que muchos de los actuales participantes ya se dedicaban a ello antes de la guerra (de unas cuantas, en realidad), su renovado entusiasmo juvenil es todo lo que necesita para entrar y triunfar. Sí, esto sin duda huele a crisis de los 40.

Claro, que también podemos pensar que, tras muchos años, la tecnología finalmente ha llegado del todo al mundo del motor, hasta el punto de que en breve (y en especial con la llegada de los coches autónomos), casi podremos empezar a referirnos a los coches como smart-cars. Y si en algo tiene experiencia Apple es en hacer smart-cosas… ¡se dedica a ello desde sus orígenes!, así que tiene todo el derecho del mundo (y no poca razón) al pensar que, con dicha experiencia y su particular filosofía, tiene mucho y muy bueno que aportar a este sector.

Barriga

¿Has ido últimamente a un gimnasio? ¿Y por últimamente quiero decir los últimos 20 años o así? Si hay algo que preocupa a cualquier cuarentón que se precie de serlo es, sin duda, evidenciar su edad y su potencial aburguesamiento con una delatora curva de la felicidad, así que con el cambio de década, te apuntas al gimnasio, te gastas un pastón en equipación deportiva y, si hasta hace poco te declarabas practicante habitual de sillonbol, de repente te conviertes en runner y empiezas a saturar las redes sociales con tus logros a ese respecto. Todo con el objetivo de poder volver a ponerte esos vaqueros ajustados de cuando tenías 20 años, y que sólo Dios sabe por qué has guardado durante todos estos años en el armario, en vez de donarlos a la beneficencia o hacer trapos con ellos. A Apple le ocurre exactamente lo mismo con sus ordenadores. Estos han logrado un nivel difícilmente alcanzable por la mayoría de fabricantes, y las opiniones de sus usuarios (junto con su predisposición a pagar lo que cuestan) es una clara muestra de ello. Sin embargo, cada vez parece más claro que para Apple el futuro del ordenador es el iPad, que una tableta más delgada, más ligera y, en definitiva, más sexi, tiente bastante más futuro que el orondo ordenador. Y no sólo el orondo equipo de sobremesa, no, ¡también el sobredimensionado portátil! Bueno, aquí hay que hacer un matiz, cuando hablamos (hablan en Cupertino) de orondos equipos de sobremesa y sobredimensionados portátiles, evidentemente se refieren a los equipos con Windows, no vayamos a confundirnos.

También puede ser que, en realidad, lo que ocurre es que Apple sea consciente de que el cambio de ordenadores a convertibles es una tendencia real del mercado, como demuestra el gran éxito de Microsoft con Surface en el entorno profesional. Y que es ahí, precisamente en ese mercado, donde se puede encontrar el revulsivo para seguir vendiendo iPads como churros, ahora que el mercado doméstico ha frenado bastante en el consumo de las mismas.

Cambiar de trabajo

Da igual que seas jefe de reponedores de una gran superficie comercial o CEO en una corporación con unos cuantos miles de empleados, si al llegar a los 40 ya llevas bastante tiempo haciendo lo mismo, es más que probable que te plantees que necesitas un cambio profesional. Hacerte profesor de yoga, abrir tu propia mercería o hacer un curso de Flash para páginas web (que un cuñado tuyo te ha comentado que eso tiene mucho futuro), el caso es hacer algo nuevo. Y si es algo molón (aquí habría que descartar lo de la mercería), pues mucho mejor. Y Apple, en su ritual de acercamiento y coronación de los 40, ha comprado Beats (música, mola), ha creado un servicio de streaming de música (música, mola), también se ha apuntado al streaming de canales televisivos de cable y de eventos deportivos (guay, eso también mola)… sí Apple, lo hemos pillado, molas, y si fueras corpórea seguramente también serías monitor de surf y de tai-chi y llevarías un colmillo de tiburón (recogido del fondo del mar, naturalmente) colgado al cuello. ¿Qué será lo siguiente?

Venga, vale, en realidad lo de los contenidos no es algo nuevo para Apple, y tengo que confesar que una de las principales razones por las que me compré un iPod (sí, iPod, aquel cacharro con un disco duro de 40 Gb en el que podías llevar más música de la que podrías escuchar en un año) fue iTunes. O, más concretamente, iTunes Music Store, que es como se llamaba la tienda de música online por aquellos entonces. Los de Cupertino llevan ya bastantes años dedicados a ocio, cultura y entretenimiento, así que es bastante lógico que se adapten a la evolución de dichos mercados que, en algunos casos, abrieron ellos mismos.

Un apartamento en el centro, en la zona más guay

Si la vida te ha ido bien, y espero que así sea, es bastante probable que en algún momento decidieras que querías una casa grande, con algo de jardín, un garaje con capacidad para dos coches (o un coche y un montón de cajas) para ti… un adosado en las afueras, vaya. Sin embargo, llegados los 40 el cuerpo te pide que te vuelvas a acercar un poco más a la acción, a donde ocurren las cosas. Sí, aunque acabes de reformar el salón, la cocina y los baños del chalé. Te apetece un apartamento, un minipiso, incluso un trastero razonablemente acondicionado en ese punto en el que confluyen todas las líneas de metro, la mitad de las de autobús y el 90% de los turistas que visitan la ciudad. A Apple le ha pasado lo mismo, así que no contentos con la espectacular nueva sede que se están construyendo (sí, esa que parece un platillo volante), además han alquilado unos 7.000 metros cuadrados de oficinas en SOMA, el barrio más start-up de todos los barrios de start-ups de San Francisco, que ya es muy start-up incluso en las afueras. ¿Pisito de soltero? Suena un poco viejuno, pero no parece del todo desacertado.

Ya, ya lo sé, me dirás que la manera de hacer negocios ha cambiado, y que ahora para saber lo que está ocurriendo hay que estar en el lugar en el que ocurre. Sí, ya sé que muchas de las grandes tecnológicas, esas que también tienen enormes sedes en otras ubicaciones, abren oficinas en esos mismos lugares. Qué demonios, está claro que es un movimiento estratégico bastante inteligente, y que cualquier empresa con dos dedos de frente (y el presupuesto necesario) lo haría, pero es que me gusta tanto la teoría del pisito de soltero…

¿Qué opinas tú? ¿Crees que Apple está sufriendo la crisis de los cuarenta y que, ante la misma, actúa como el común de los mortales?

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