Square sigue en senda descendente

Unos inicios con muchas expectativas y una gran imagen pública no siempre son suficiente para asegurar que una startup va a navegar sin problemas a lo largo de su vida. Tal es el caso de Square, empresa creada por Jack Dorsey en 2009 y que prometía revolucionar por completo el sector de los pagos con tarjeta. ¿Cómo? Diseñando un sencillo dispositivo que, conectado a un smartphone, convierte este en un lector de tarjetas capaz de efectuar cobros, del mismo modo en que funcionan los datáfonos que estamos acostumbrados a ver en todo tipo de comercios. Desde su lanzamiento, el dispositivo logró gran popularidad, especialmente (claro) en San Francisco, donde se popularizó rápidamente, vaticinando un éxito sin precedentes.

Sin embargo, van pasando los años y el éxito no termina de llegar. Es cierto que la compañía ha diversificado sus actividades, y ahora además del sistema de pagos mediante smartphone también cuenta con Square Capital, un servicio de préstamos de hasta 10.000 dólares para empresas que necesiten financiación y que ya sean usuarias de la plataforma de Square para realizar cobros de sus productos y/o servicios. Préstamos que la empresa se va cobrando, precisamente, a partir de las operaciones realizadas a través de Square. Y es un sistema práctico, ya que ya disponen de antemano de cierta información financiera sobre la empresa (conocen su nivel de facturación) y son, además, los responsables de que esta cobre por su trabajo.

Nada de esto, sin embargo, consigue traer números verdes a la empresa de Dorsey y, de hecho, los resultados del último trimestre, presentados ayer, han sido aún peores de lo previsto (y la previsión ya apuntaba a pérdidas). La principal razón esgrimida por la compañía para explicarlo es un importante incremento en los costes, pero esto no ha evitado que los títulos de Square, que salió a bolsa a finales del año pasado, hayan respondido amenazando con descender por debajo de los 13 dólares por título. Se mantienen todavía muy por encima de su nefasto mes de febrero, cuando sus títulos bajaron de los 10 dólares.

Imagen: Chris Harrison