Cómo un drone puede simplificar la vida en el tercer mundo

Zipline, una pequeña compañía de drones de San Francisco, ha anunciado que va a utilizar sus productos para el reparto de suministros médicos en Ruanda, según Cnet. En un primer momento se encargará de llevar sangre para transfusiones a las clínicas del país africano que estén situadas en zonas de difícil acceso, más adelante también transportarán vacunas antirrábicas. Para conseguirlo se ha aliado con la Fundación UPS, puesta en marcha por la compañía de mensajería del mismo nombre, siendo el Gobierno de Ruanda el que «pague la fiesta».

Estos suministros, y otros que la compañía vea viable transportar mediante drones en el futuro, se envían en una pequeña caja de carton que el drone llevará enganchada en su parte inferior. En la caja también habrá un pequeño paracaídas, que se abrirá cuando el dron llegue a su destino y la suelte. Con este sistema, Zipline pretende mejorar la entrega de material sanitario, con frecuencia vital para los enfermos del país, y que muchas veces cuenta con dificultades cuando se transporta por carretera. Las zonas más recónditas de Ruanda tienen un acceso complicado por carretera debido al mal estado de sus vías, a las lluvias y corrimientos de tierra que sufre en ocasiones el país.

Si en vez de utilizar furgonetas o motocicletas se emplean drones, el material transportado llega con más rapidez y sin contratiempos a su lugar de destino. Por lo tanto, además de servir como una prueba avanzada del uso de estos dispositivos para el reparto de mercancías, será un experimento del uso de estos pequeños aeroplanos en tareas humanitarias y condiciones adversas.

Por lo que respecta a las licencias para que Zipline pueda operar en el país, no hay ningún problema, puesto que el regulador de aviación local le ha concedido todos los permisos necesarios. Tal como ha confirmado el CEO de la compañía, Keller Reinaudo, ha sido posible gracias a que el espacio aéreo del país es mucho más sencillo que el de otras naciones. No hay muchos vuelos comerciales, ni tampoco pilotos aficionados o paracaidistas. También hay menos burocracia. Así las cosas, los vuelos de los drones de Zipcar en Ruanda comenzarán el próximo mes de julio.

Para solicitar un envío de sangre, los empleados de las clínicas que participan en este programa de envíos con drones sólo tienen que enviar un mensaje de texto a Zipline, y recibirán el pedido en unos 30 minutos. Tan sencillo y rápido como pedir una pizza.