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Ex empleados de Google fundan Otto, para desarrollar camiones autónomos

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Tanto Google como otras tecnológicas están dedicando mucho tiempo, dinero y esfuerzo al desarrollo de los coches autónomos, pero ¿qué sucede con los camiones? Hasta ahora, ninguna se ha preocupado por llevar esta tecnología a estos vehículos haciendo posible que, en un futuro cercano, se pueda circular sin conductor. Pero todo puede cambiar gracias a Otto, una startup puesta en marcha por varios antiguos empleados de Google, que está trabajando para que los camiones también podrán circular solos en un futuro.

La compañía no lleva ni seis meses funcionando (nació el pasado enero) y, para darse a conocer, sus fundadores están haciendo una intensa labor «marketiniana«. Así, Anthony Levandowski es un experto en todo lo relacionado con las tecnologías del coche autónomo y Lior Ron ha trabajado en Google Maps y Motorola. Además, otras 39 personas trabajan en Otto procedentes de HERE, Apple, Google y varios fabricantes de automóviles convencionales.

En principio, Otto se iba a centrar en el desarrollo de herramientas para ayudar a los conductores de camiones a llevar a cabo su trabajo con más seguridad, pero pronto giró al desarrollo de una tecnología que derivará en la autonomía de los mismos. La idea es no crear un vehículo desde cero, sino en automatizar los convencionales. Eso sí, no todos, solo los nuevos modelos. Tampoco quieren hacer desaparecer a los conductores de sus cabinas sino contribuir a que pasen a ocupar un puesto de asistencia a la conducción.

Lo que están haciendo es desarrollar un paquete compuesto por sensores, software y diversas mejoras para el camión que puede acoplarse con facilitada a los camiones, y prometen que tendrá un precio asequible. La compañía ya está en fase de pruebas, y hasta la fecha ya ha realizado una primera con éxito en una autopista pública de Nevada.

En Otto son conscientes de que todavía tienen que mejorar sus posibilidades y la tecnología con la que trabajan, además de recoger y analizar datos de seguridad para demostrar sus ventajas a los escépticos. Todo con el fin de llevar esta tecnología a cada rincón de las carreteras estadounidenses y, quién sabe, puede que en futuro también a otros países.

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