Los visados especiales para trabajadores expertos en TI, en peligro con Trump

Raro es el día en el que Donald Trump, futuro presidente electo de Estados Unidos, no dé que hablar. En esta ocasión, en Reuters, se hacen eco de una preocupación que tiene como protagonistas a los trabajadores especializados en IT fuera de sus fronteras. Hace unos años y, hasta ahora, existía un programa de visados para que este tipo de especialistas accedieran al país de una forma diferente al resto.

De hecho, gracias a este programa, que otorga cada año 65.000 visados de trabajo para empleados y otros 20.000 para estudiantes de carreras técnicas, la industria tecnológica tiene más posibilidades de fichar trabajadores para puestos específicos, que de otra forma puede tener complicado encontrar sólo dentro de EEUU. Muchas empresas han pasado años luchando para que entrase en vigor, y ahora puede que tengan que emplearse de nuevo a fondo para que no desaparezca.

Estas dudas han aumentado a raíz del nombre que Donald Trump ha propuesto para ocupar el puesto de Fiscal General de EEUU, el senador Jeff Sessions, que según Reuters lleva bastante tiempo criticando el programa. Trump tampoco ha ayudado mucho a disiparlas durante la campaña, ya que unas veces estaba en contra estos visados, y otras ha señalado que eran importantes para retener el talento extranjero.

Pero Sessions lo tiene más claro. Ya lleva tiempo intentando restringir este programa, y el año pasado ya puso en marcha varias leyes con las que intentaba que estos visados no estuviesen tan disponibles para empresas que se dedican a la externalización de servicios, como Infosys, que son las mayores «usuarias» de los visados H-1B, destinados a los empleados de base tecnológica y con los que reducían costes de contratación. Según afirmó en febrero, Sessions está convencido de que hay miles de trabajadores en Estados Unidos que están siendo reemplazados por otros extranjeros.

Los visados H-1B, que como hemos mencionado son los que reciben los trabajadores con habilidades tecnológicas, están pensados para cubrir determinados puestos de trabajo que requieren una carrera universitaria. Se los conceden a las empresas por paquetes, y luego son ellas las que los reparten entre las personas que contratan. En cualquier caso, las utilizan de dos formas. Por un lado están las compañías como Microsoft y Google, que están interesados en extranjeros con altas capacidades y bien pagados. Con el visado concedido, las empresas ayudan a los que contratan para conseguir las denominadas «tarjetas verdes», que les permiten trabajar en el pais de manera permanente.

Pero otras, como la comentada Infosys, o Tata Consultancy Services, con sede en la India, utilizan estos visados para conseguir autónomos por un precio bajo, y que en muy pocas ocasiones logran conseguir una tarjeta verde. En cuanto a la forma en la que se conceden, cada año las asignan por sorteo los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos. Solo el pasado año, las empresas solicitaron 36.000, y solo había 85.000 visados disponibles, el límite que marca la ley.

Desde hace unos meses se vienen escuchando críticas contra el programa, e incluso ha habido casos, como en Walt Disney o Southern California Edison Co, en los que trabajadores estadounidenses que han perdido su puesto de trabajo han denunciado que habían sido sustituidos por trabajadores extranjeros con un sueldo mucho menor. Sessions pidió entonces al entonces fiscal general, Eric Holder, que tomase medidas para investigar el uso de estos visados, en una carta que también firmaron varios senadores demócratas.

Acuerdo de Infosys

En 2013, Infosys llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia para cerrar un caso de fraude contra la compañía, mediante el pago de 34 millones de dólares. En esa ocasión, los investigadores federales la acusaron de utilizar visados de trabajo de negocios, más sencillos de conseguir, para «importar» trabajadores que habrían necesitado visados H-1B. También alegaron que Infosys les pidió a estos trabajadores que mintiesen a los oficiales estadounidenses acerca de las ciudades en las que iban a trabajar. La empresa negó estas acusaciones, pero estuvo de acuerdo en incorporar un auditor externo para proporcionar al gobierno descripciones detalladas de lo que se supone que habían sus empleados con visado en Estados Unidos.

Son muchos los que han pedido la reforma del sistema de visado. Entre ellos, el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de EEUU. Este grupo quiere que el sorteo se haga a favor de un sistema que otorgue visados a las empresas que ofrezcan los trabajos mejor pagados, lo que podría acabar con su adjudicación a empresas que quieren utilizarlos para importar mano de obra barata. Sessions es uno de los que se mostraron a favor y pedían medidas similares.

Pero al contrario de lo que pueda parecer, las tecnológicas también quieren cambios en el programa, aunque no desean ni una reducción drástica en el número de visados de este tipo. El grupo de presión FWD.us, puesto en marcha por el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, está de acuerdo en imponer salarios mínimos, y en dar prioridad a las empresas que apoyen que los poseedores de visados de trabajo H-1B obtengan tarjetas verdes, pero no en conceder menos. Según el presidente de este grupo, Todd Shulte, en FWD.us van a «apostar por expandir el programa, pero también a pedir su reforma«.

Pero algunos aliados de Trump esperan que el programa de obtención de estos visados se quede más o menos como está, aunque con algunos cambios. Mientras hay quieren piden que se levanten las cuotas por país con los que cuenta ahora el programa, otros, como el abogado del Instituto para la Reforma de la Ley de inmigración, John Miano, apoya que se dé prioridad a las empresas que ofrezcan sueldos más altos.

Estos cambios perjudicarían sobre todo a las empresas de subcontratación. En 2015, las 10 empresas que más visados H-1B recibieron fueron de outsourcing. Amazon quedó en el puesto 12 con 826 visados, mientras que Google y Microsoft quedaron respectivamente en los puestos 14 y 15. Facebook no pasó del puesto 24, y Apple se quedó en el 34.