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La Unión Europea pide más regulaciones para Big Data

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Unión Europea

Ya llevamos bastante tiempo hablando de las posibilidades que Big Data brinda a las empresas, entidades académicas y de investigación, administraciones públicas, etcétera. No en vano, muchos de los desarrollos tecnológicos emergentes se basan en mayor o menor grado en la utilización de un gran volumen de datos, con distintos orígenes, y que pueden ser empleados para detectar tendencias, encontrar nuevos modelos de negocio, encontrar deficiencias en servicios, etcétera. Sin embargo, aunque las posibilidades son muchas y muy positivas, también hay algunos casos en los que la gestión y utilización de los datos puede ir en contra de los derechos de las personas relacionadas con los mismos. Esta es la opinión de la Unión Europea, que según indica hoy la Agencia Reuters, está estudiando la posibilidad de establecer regulaciones y controles al uso de Big Data por parte de las empresas.

Gabriel Bernardino, presidente del European Insurance and Occupational Pensions Authority, organismo que supervisa seguros y pensiones contributivas en la unión, considera que todos los sectores profesionales están redibujándose por completo, empleando las analíticas de datos para transformar por completo el modo en el que ofrecen sus productos y servicios. Lo que preocupa a este y a otros reguladores de la UE es que, en base a dichos datos, cabe la posibilidad de que determinadas empresas puedan «etiquetar» a determinadas personas como «No deseables» y, por lo tanto, negarles el acceso a determinadas prestaciones y servicios a los que, de no ser por dichos datos, sí que podría optar.

Uno de los ejemplos más claros de ello, y del que ya hablaba Nicholas Negroponte hace muchos años en su profético Being Digital, es el relacionado con las aseguradoras, y especialmente con aquellas que ofrecen seguros médicos. Este tipo de compañías se basan en la gestión adecuada del riesgo, empleando toda la información posible para asustar sus primas, de manera que puedan ofrecer todas las garantías y servicios que sus clientes tengan contratados con ellos, y aún así ser rentables. El problema es que, cuando el nivel de información del que disponen estas empresas excede de cierto punto, y además esa información puede señalar a personas concretas, se corre el riesgo de que dichas empresas decidan no ofrecer determinados servicios a personas concretas que, no obstante, pueden tener necesidad de ellos. O que si deciden hacerlo, lo hagan en condiciones abusivas (precios muy altos, limitación de servicios, etcétera). La Unión Europea pretende evitar que ser puedan dar ese tipo de circunstancias, y que los ciudadanos puedan acceder a los servicios en igualdad de condiciones.

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