Se desvela la influencia de Airbnb en el alcalde de Chicago

Hay pocos temas tan polémicos y constantes como la influencia de las empresas privadas en las administraciones públicas. Existe, desde hace ya años, un debate en el que se plantea hasta qué punto puede/debe llegar ésta, y si es razonable que políticos y empresarios se reúnan sin que dichos encuentros (y el contenido íntegro de los mismos) sean hechos públicos. Y es que la oscuridad tras los mismos no invita a pensar bien, e incluso en el caso común de que dichas reuniones solo sean encuentros para conocer puntos de vista, la sombra de otras posibilidades se cierne siempre sobre las mismas. Tal es el caso, sin duda, de la reunión mantenida entre Rahm Emanuel, alcalde de la ciudad de Chicago y Marc Andreessen, inversor de Silicon Valley que, mediante su empresa Andreessen Horowitz, ha invertido en Airbnb.

The Verge se hace eco hoy de que, forzado por abogados del diario Chicago Tribune y la asociación Better Goverment, Emanuel ha tenido que hacer públicos los correos electrónicos de una cuenta privada. Documentos que han permitido comprobar el nivel de influencia que Silicon Valley puede ejercer en la clase política. Al revisar dichos mensajes, se observa la preocupación entre el equipo gestor de Airbnb, por la intención del ayuntamiento de Chicago de crear una nueva regulación más estricta en lo referido a servicios como el ofrecido por la compañía, por el que particulares pueden alquilar habitaciones y viviendas por plazos de unos pocos días. Ante dicha posibilidad, Antressen escribió (a petición del equipo de Airbnb) un email al alcalde en noviembre de 2015, expresándole dicha preocupación y preguntando si sería posible una reunión entre ambas partes.

La respuesta del alcalde no se hizo esperar: «I will have my staff arrange», lo que podemos traducir como «Tendré a mi equipo preparado», confirmando que estaba de acuerdo en mantener dicho encuentro que, efectivamente, se celebró poco después. El contenido de dicha reunión no se ha sabido, pero lo cierto es que la nueva regulación aprobada por el ayuntamiento poco después, coincidió en muchos de los puntos con lo que proponían los directivos de Airbnb en sus conversaciones internas, lo que invita a pensar que el alcalde se vio influenciado, a la hora de regular, por la empresa privada. Esta interacción entre las partes no es, necesariamente, negativa, al contrario, es muy importante y positivo que se mantenga un diálogo fluido y constante entre empresas y administraciones. Sin embargo, lo que llama un poco la atención en este caso es que Airbnb recurriera a un importante inversor para organizarla, así como que el alcalde accediera a la misma, cuando miembros de su equipo ya se habían reunido con personal de Airbnb para hablar sobre dicha regulación.