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Al CTO de Uber no le gusta Donald Trump

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Travis Kalanick

No es ningún secreto que, en general, la opinión que se tiene de Donald Trump en Silicon Valley no es precisamente positiva. Fueron muchos los líderes del sector tecnológico que apoyaron abiertamente a Hillary Clinton en las presidenciales, e incluso figuras reconocidas por haber prestado servicios en el Partido Republicano, mostraron serias reservas (cuando no una clara oposición) al candidato. No obstante, pasadas las elecciones y con Trump ya como presidente electo, ambas partes se esforzaron por acercar posturas y, con Peter Thiel como principal interlocutor entre ambas partes, se convocó una reunión entre el ya presidente y responsables de las principales tecnológicas del país. El resultado de la misma fue razonablemente positivo, y de la misma surgieron propuestas de colaboración que se han ido materializando con el tiempo.

Una de ellas es la de Travis Kalanick, CEO de Uber, que recientemente ha sido nombrado miembro de un grupo de 19 ejecutivos que asesorarán al presidente en materia económica, junto a otros directivos como Elon Musk y Bob Iger. Esta colaboración, no obstante, no ha sido bien recibida de puertas para dentro, es decir, dentro de la propia compañía. Hoy mismo Business Insider revela que, tras conocerse la victoria electoral de Trump, el CTO de Uber envió un email a algunos empleados, expresando su (muy negativa) opinión sobre el multimillonario. El correo de Thuan Pham, según informa el medio, fue reenviado de manera masiva por los empleados de la compañía, pues reflejaba una opinión con la que parte de ellos estaban de acuerdo.

Desde entonces, los supuestos lazos entre Uber y la administración Trump han supuesto un serio problema de imagen para la primera, que siempre ha hecho ostentación de ser una empresa multicultural y, por lo tanto, muy en contra de las duras políticas de control de los flujos migratorios que ya ha anunciado Trump. Como efecto de esta situación, la semana pasada se produjo una manifestación en los accesos a la sede de la compañía en San Francisco, y muchos empleados de la empresa fueron «invitados» por la misma a trabajar ese día desde sus casas para evitar conflictos con los manifestantes, que llegaron a encadenarse en las puertas de acceso.

Pero las quejas y manifestaciones no son el único problema a que se enfrentan Uber y Kalanick. Según algunos empleados, que se mantienen en el anonimato (no están autorizados a hablar públicamente sobre este asunto), la colaboración del CEO con la administración Trump ha enfadado a muchos trabajadores. En concreto, uno de ellos entrevistado por Business Insider, afirma que no puede dejar el trabajo por razones personales, pero que permanecerá muy atento a la evolución de esta colaboración, y que no le gusta que se le reproche que trabaja en una empresa que colabora con el presidente. Va en contra de la imagen que siempre ha proyectado la compañía, y temen que los valores de la misma se pueden ver comprometidos por la misma.

En su defensa y la de Uber, Kalanick justifica la colaboración en el contexto de la creación de empleo y la búsqueda de un modelo que permita mejorar la movilidad urbana. Es sus propias palabras, hay un grupo de CEOs de empresas como IBM, General Motors, Tesla, Uber y otras compañías, que integran lo que llaman el Urban Mobility Party (Partido para la Movilidad Urbana), UMP. El objetivo del mismo, como su propio nombre indica, es asociarse con quien sea necesario, en cualquier lugar del mundo, con la intención de colaborar en el desarrollo de nuevos modelos de movilidad en las ciudades, que permita al tiempo mejorar la misma y, además, crear nuevos puestos de trabajo. Así, en palabras del CEO de Uber, sus intenciones son colaborar con la administración Trump al igual que lo ha hecho con la administración Obama, siempre con el único objetivo de mejorar la movilidad en las ciudades, sin que eso signifique en modo alguno que la compañía suscribe y / o comparte las políticas de Trump.

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