Las aplicaciones, un suculento pero desconocido negocio

El sector de las aplicaciones para dispositivos móviles no cesa de crecer, y no parece que vaya a detener esta tendencia a medio plazo. En efecto, según las proyecciones de la compañía de analítica de aplicaciones móviles App Annie recogidas por Business Insider, se espera que para 2020 los ingresos globales brutos de las apps alcanzarán el doble de los conseguidos en la actualidad, hasta llegar a los 102.000 millones de dólares en todo el mundo.

Pero a medida que aumentan los ingresos por aplicaciones también crecen las dificultades para monetizarlas. Además de dar con el mecanismo que les haga destacar y diferencias sus apps entre la ingente cantidad de aplicaciones disponibles, los desarrolladores también deben dar con el sistema adecuado para conseguir aumentar sus ingresos por ventas y vencer las reticencias para pagar por las apps, que ponen de manifiesto datos como que la mitad de españoles no paga nunca por apps para smartphones.

Cuando comenzaron a despuntar las de pago, la mayoría de empresas y creadores dedicados a su desarrollo optaron por una estrategia convencional, que ya llevaba aplicándose en el software muchos años: la de un pago único a cambio del acceso a todas sus opciones. Pero a medida que las aplicaciones de descarga gratuita comenzaron a ganar terreno, se hizo patente que era necesario adoptar otro sistema de monetización que rebajase la barrera de entrada para los consumidores.

Llegaron entonces las apps que se pueden descargar gratis, pero en las que si sus usuarios quieren desbloquear algunas de sus opciones o hacerse con elementos que mejoran la experiencia de usuario deben pagar una cantidad, o hacer un pago por cada uno de los niveles o elementos a desbloquear. También comenzó a cobrar fuerza el uso de los micropagos para obtener servicios adicionales a los gratuitos, o para que las aplicaciones dejasen de mostrar publicidad, que para muchos usuarios es bastante molesta. Y es que los desarrolladores, en lugar de cobrar a los usuarios se financian insertando anuncios publicitarios en, ya sean grandes u ocupando una pequeña parte de la pantalla.

Pero estos sistemas de monetización no son excluyentes. De hecho, cada vez cobra más fuerza y presencia un sistema de monetización mixto basado en el cobro de pequeñas cantidades a los usuarios combinado con la publicidad.

A medida que el mercado de aplicaciones para dispositivos móviles vaya aumentando y evolucionando, los creadores de apps deberan estar atentos a todo lo que pase, y ser capaces de modificar sus estrategias de monetización cuando haya cambios significativos en el sector. Y además, hacerlo tan deprisa como lo hagan las tendencias de consumo y los gustos de los compradores.