Malestar en algunas multinacionales por el papel de su CEO en la administración Trump

Según Business Insider, empleados de compañías tecnológicas estadounidenses están presionando a sus CEOs para que no actúen como consejeros del polémico presidente Donald Trump. Por ejemplo, más de 2.000 empleados de IBM han firmado ya una petición para que su CEO, Ginni Rometty, abandone su puesto como consejera de Trump.

Rometty comunicó su postura a sus empleados en un correo electrónico un poco ambiguo. Por una parte criticaba ciertas sobre políticas relacionadas con la inmigración pero, por otra, no denunciaba de forma explícita ninguna de las decisiones del presidente.

«Algunos han sugerido que no deberíamos implicarnos con la administración de Estados Unidos. No estoy de acuerdo. La experiencia nos ha enseñado que la implicación, consistente en acercarse, escuchar y mantener un diálogo auténtico, es el mejor camino para conseguir buenos resultados«.

Otro de los directivos que se han encontrado en la situación de dar muchas explicaciones es Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX. Musk ha acudido a Twitter para dar sus razones para ser consejero del presidente: «los activistas deberían estar apostando porque haya más gente con ideas moderadas que aconseje al presidente, no menos. ¿O es que es bueno tener únicamente extremistas aconsejándole?»

Por lo que se sabe hasta ahora, Trump no cuenta con experiencia a la hora de gobernar, y tiene un carácter incapaz de tolerar puntos de vista distintos de los suyos. Por eso, la influencia que ejercen sobre él las personas cercanas es enorme. Se fía bastante de los empresarios y hombres de negocios, y ya se ha reunido con los principales del sector tecnológico, por lo que lo mejor para los que tienen puntos de vista moderados o progresistas, y quieren hacérselos llegar al presidente y que calen en él, puede ser transmitírselos a través de los empresarios.

Imagen: Sean Spicer