Conecta con nosotros

Noticias

Bitcontent, lo último del polémico Kim Dotcom

Publicado el

Kim Dotcom

Poco podían imaginar las autoridades, cuando acabaron con el más que popular servicio Megaupload que, en realidad, con aquella operación estaban creando un personaje público que, dentro del sector tecnológico, probablemente sea uno de los más polémicos y excéntricos. Me refiero a Kim Dotcom, una de las pocas personas capaces de ser acusadas, al mismo tiempo, por el gobierno de Estados Unidos, que lleva tiempo pidiendo su extradición desde Nueva Zelanda (donde se encuentra desde hace ya algunos años) y de ser un colaborador habitual de la NSA (esto último, claro, no está probado). Lo indudable es que su figura polariza como muy pocas lo hacen.

Y lo mismo ocurre con Mega, el servicio semejante a Megaupload que puso en marcha poco tiempo después, y que a día de hoy cuenta con gran popularidad, y en el que es posible encontrar (si dispones del enlace, claro) todo tipo de contenidos, incluidos aquellos protegidos por derechos de autor y que ya le han ocasionado múltiples problemas a Dotcom. Lo que no mucha gente recuerda es que, poco antes de la puesta en marcha de Mega, este polémico alemán anunció que sus intenciones iban mucho más allá de crear un mero servicio de almacenamiento de archivos. Su objetivo final era crear una completa plataforma de distribución de contenidos, en los que creadores y usuarios pudieran interactuar de manera directa, eliminando por ejemplo los múltiples intermediarios que hay entre, por ejemplo, un músico y un comprador de su música.

Poco o nada se había sabido, desde entonces, de estos planes. Sin embargo, tal y como informa hoy la Agencia Reuters, los planes de Dotcom podrían estar mucho más cerca de materializarse, ya que el empresario estaría trabajando en poner en marcha un sistema de pagos llamado Bitcontent (sí, como su propio nombre indica estaría basado en bitcoin), mediante el que los usuarios podrían realizar operaciones de compra-venta de archivos y acceder a streaming de vídeo. Ya en su momento, hablo precisamente de acabar con esos elementos (discográficas, editoriales, distribuidoras, subsidiarias, etcétera) y, así, no solo ofrecer un mejor precio para los consumidores y más beneficios para los artistas, sino también de fomentar una relación más directa entre ambas partes.

Más detalles del sistema de pago

Según palabras del propio Dotcom, extraídas de un vídeo en el que anuncia el servicio, «You can create a payment for any content that you put on the internet…you can share that with your customers, with the interest community and, boom, you are basically in business and can sell your content», es decir, que cualquier usuario del servicio puede crear añadir un sistema de pago en cualquier contenido que suba a Internet, compartirlo con los usuarios que puedan estar interesados (tanto individualmente como en grupo) y, de esa manera, empezar a monetizar sus creaciones. Además, también deja abierta la puerta a que el servicio sea empleado por empresas que quieran monetizar sus contenidos (algo que parece especialmente dirigido a blogs y medios online).

Ocurre, no obstante, que la mezcla de Kin Dotcom y Bitcoin genera bastantes sospechas. Primero, porque se sigue considerando que su actitud ante la piratería es bastante laxa, y segundo porque, con las sospechas de blanqueo de dinero que recaen sobre su persona, y el anonimato y la facilidad con la que se pueden eludir controles (tanto nacionales como internacionales) de las operaciones llevadas a cabo con esta criptodivisa,  algunas autoridades temen que las operaciones del empresario puedan no ser controlables. Ya hay, incluso, quien plantea la posibilidad de que cualquier usuario pueda»vender» contenidos de terceros (sin la aprobación de estos, claro), y que los medios para detectar y evitar este tipo de acciones no estén a la altura de lo necesario.

No obstante, Dotcom todavía no ha revelado ningún dato más (fecha de lanzamiento, sistema de funcionamiento, etcétera), por lo que de momento habrá que permanecer a la espera.

Imagen: Robert O’Neill

Lo más leído