Conecta con nosotros

Noticias

El cajero automático celebra su 50 aniversario

Publicado el

cajero

Han pasado ya 50 años desde que el primer cajero automático se instalara en una sucursal del banco británico Barclays en Londres. Fue en junio de 1967, en el distrito de Enfield, situado al norte de la capital. A esta le seguirían poco después otras cinco, por toda la ciudad: Hove, Ipswich, Luton, Peterborough y Southend. Todas comenzaron a funcionar en pruebas, y en poco tiempo su éxito fue tal que se popularizaron hasta llegar a nuestros días, en los que su presencia en las calles de medio mundo es habitual.

Su nacimiento se debe a una idea del escocés John Sheperd-Barron, que tras encontrarse un sábado con el banco cerrado y quedarse sin dinero en metálico durante todo el fin de semana, pensó en la mejor manera de crear una máquina que entregase dinero tras decirle cuánto se quería y proporcionarle alguna prueba de que contaba con una cuenta y dinero en la entidad que lo utilizase. Con esto en mente, creó una máquina capaz de dispensar dinero tras insertar un cheque oficial en ella.

Su funcionamiento era menos cómodo y complejo que el de los cajeros de hoy en día, y para poder utilizarlo, los clientes tenían había que pasar primero por el banco para «comprar» allí tantos cheques de 10 libras esterlinas como necesitasen. Estos cheques tenían un coste en el momento de solicitarlos, y no cuando se saca el dinero, como sucede en la actualidad (o durante el mes siguiente, si se saca con una tarjeta de crédito).

Para que el cajero pudiese reconocer estos cheques como auténticos, se impregnaban de carbono 14, que la máquina detectaba cuando se insertaba uno en su interior. Entonces, dispensaba las 10 libras al cliente del banco que necesitaba el dinero. Antes, era necesario marcar un código PIN de cuatro números que le identificaba. Este código, que en principio iba a tener seis cifras, no nació con cuatro por ningún motivo técnico. Sheperd-Barron creía que un código de seis dígitos sería fácil de recordar, los mismos que tenía su número de soldado, pero su mujer le sugirió que sería mejor que tuviese cuatro, y la hizo caso.

Los primeros cajeros de España

Los primeros cajeros llegaron a España, según apuntan desde el BBVA, en 1974, cuando una sucursal del Banco Popular situada en Toledo instaló el primero. Todavía no estaban conectados a una red y seguían proporcionando una cantidad fija a los clientes del banco, pero ya funcionaban con tarjetas de plástico y no con cheques. Pocos meses después de su llegada a la ciudad castellano manchega, aparecieron los primeros cajeros que se conectaban a una red.

En la actualidad, España es uno de los países que cuenta con mayor cantidad de cajeros automáticos por habitante, aunque su número se ha reducido drásticamente en los últimos dos años, tras la crisis económica, por el cambio de modelo de negocio de muchas entidades hacia la banca online. Estas máquinas ya no solo sirven para sacar dinero, sino que realizan gran cantidad de operaciones, que van desde la consulta de saldos a los ingresos o transferencias. Siguen funcionando con tarjeta y un código pin de cuatro dígitos, pero muchos ya cuentan con la tecnología necesaria para realizar transacciones con tarjetas sin contacto.

Mientras tanto, el inventor del cajero automático fue nombrado en 2005 Caballero del Imperio Británico por sus servicios a la banca. Según declaró en 2005, «estoy contento porque el cajero automático todavía tiene mucha fuerza. Recuerdo que en 1965 siempre sacaba dinero de mi banco el sábado por la mañana. Pero un día llegué un minuto tarde y ya estaba cerrado. Tuve que pedir que me cambiasen el cheque por dinero en metálico en un taller cercano«. Esa situación es prácticamente imposible en la actualidad, en los que la única traba que hay para sacar dinero a cualquier hora del día o de la noche es localizar un cajero que no cobre comisión y que no se haya quedado sin efectivo.

Lo más leído