Western Digital y Toshiba, en guerra por la división de chips

Toshiba acaba de abrir otro capítulo en la odisea de al venta de su división de chips, protagonizada por Western Digital. Al parecer, según Reuters, la compañía estadounidense ha acusado a la japonesa de violar los términos del acuerdo que firmaron cuando pusieron en marcha una empresa mixta para operar la principal fábrica de semiconductores de Toshiba.

Según Western Digital, Toshiba pretende transferir los derechos de la joint venture a la nueva división de chips, lo que iría contra el acuerdo que firmaron las dos empresas en su día. Western Digital es también una de las compañías que ha presentado una oferta por esta división (de hecho Toshiba ya pensó en venderle su parte), por lo que es posible que con este movimiento esté buscando una forma de influir en el proceso de selección de la empresa, que finalmente se quedará con todo lo relacionado con la fabricación de los chips.

Como es lógico, este movimiento no ha gustado en absoluto en el grupo japonés, cuyos abogados enviaron el pasado 3 de mayo una carta a Western Digital en la que rebatía su acusación, avisando de que si continúan con este tipo de interferencias en el proceso de venta, tomarán medidas.

Tal como queda recogido en la carta, la campaña que ha emprendido Western Digital «supone una interferencia internacional en las ventajas económicas potenciales de Toshiba, así como en los contratos en vigor. Es algo impropio, y debe terminar«.

No es la única que recibieron en Western Digital ese día, ya que el Director General de Toshiba les mandó otra en la misma fecha. En ella, este directivo de la japonesa le acusaba de no haber firmado varios acuerdos de la compañía conjunta.

Además, le comunica que si la compañía no los ha firmado como muy tarde el día 15, la división de chips japonesa tendrá que proteger sus derechos de propiedad intelectual, para lo que no permitirá a los trabajadores de la estadounidense entrar en las instalaciones de la planta de fabricación de chips. Tampoco les dejará acceder a las redes ni a las bases de datos.

La pelota está, por lo tanto, en el tejado de Western Digital, que debe mover ficha para cumplir con la petición de Toshiba para poder seguir operando con normalidad en su división de chips. Por ahora se desconoce la decisión que tomará, puesto que ninguno de sus portavoces o directivos ha querido hacer declaraciones sobre este tema.