Western Digital se enfada con Toshiba y toma medidas drásticas

El culebrón de la venta de la división de chips de Toshiba no cesa. Cuando parecía que Western Digital había decidido unirse a uno de los grupos que pujaban por ella, todo ha vuelto a complicarse. La compañía estadounidense ha pedido una orden judicial para evitar que Toshiba pueda vender su división de desarrollo de chips sin su consentimiento.

Pero ¿a qué se debe este nuevo movimiento? Pues al parecer, entre otras cosas, a que la compañía estadounidense se ha quedado fuera de un nuevo grupo, dirigido por una entidad del gobierno japonés, que se está poniendo en marcha para hacer una oferta por la división. Como consecuencia, en Western Digital, que opera mediante una empresa conjunta con Toshiba su principal planta de fabricación de chips, se han enfadad0 bastante.

Tal como ha dicho el CEO de Western Digital, Steve Milligan, en un comunicado, recogido por Reuters, «los intentos de Toshiba de eludir nuestros derechos contractuales no nos han dejado otra salida que tomar medidas. Si no se les controla, en Toshiba tomarán un rumbo que, claramente, viole esos derechos«.

Western Digital ha pedido la orden en el Tribunal Superior de California, y solicita que se detenga el proceso hasta que se juzgue el caso de arbitraje que tiene en marcha. Al parecer, la compañía está preocupada por cómo Toshiba, el gobierno japonés y otros accionistas están gestionando el proceso de subasta. Según una fuente no identificada, la compañía ha enviado una segunda oferta por la división de chips revisada al alza el pasado miércoles. Esta oferta cumple las peticiones en cuanto a precio (un mínimo de 18.000 millones de dólares) y necesidades, pero la respuesta que la compañía californiana ha recibido de la japonesa no ha sido favorable.

Toshiba ha emitido un comunicado en el que manifiesta que sigue en su proceso de selección de la mejor oferta para su división de memoria, y ha anunciado que hará pública la que elija durante la segunda quincena de junio. También ha dicho que espera alcanzar un acuerdo definitivo para su venta antes del 28 de junio. La japonesa quiere cerrar el trato lo antes posible, puesto que le urge el dinero de la venta para cubrir los sobrecostes de la construcción de dos nucleares en Estados Unidos, lo que ha llevado a su división Westinghouse a una situación muy delicada.

Satoru Oyama, analista de la consultora de investigación IHS, ha comentado que los argumentos de Western Digital tienen sentido desde el sentido común, y que los hechos estaban evolucionando hasta pintar muy mal para la japonesa. «Toshiba tiene más que perder en una disputa porque se está quedando sin tiempo. Ambas compañías tendrán que hablar. No se pueden permitir seguir peleando mientras Samsung saca ventaja del boom del mercado de la memoria NAND e invierte grandes cantidades en él«.

Mientras, Western Digital espera que haya respuesta a la petición de su orden judicial hacia mediados de julio, y es consciente de que los casos de arbitraje suelen tardar entre 16 y 24 meses en solucionarse. Veremos si ambas compañías no deciden hablar antes y llegar a un acuerdo. Mientras, las acciones de Toshiba cayeron un 0,5 por ciento en la última sesión de la bolsa de Tokio al conocerse la noticia.