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The Human Project: se buscan «conejillos de indias» para los próximos 20 años

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The Human Project es un proyecto de investigación puesto en marcha en Nueva York que necesita la colaboración de 10.000 personas. Los investigadores que lo han puesto en marcha necesitan que los voluntarios compartan todos los datos de su vida durante los próximos 20 años. Su objetivo es conseguir una ingente cantidad de ingotmsvión para tener una percepción de todos los aspectos de la vida humana: salud, envejecimiento, educación, economía doméstica, etc.

Para ello, los impulsores del estudio comenzarán el año que viene a reclutar a las personas necesarias por toda la ciudad de Nueva York, una de las localidades en las que se ha hecho más hincapié en el avance de la ciencia y la tecnología de Estados Unidos. Los que estén interesados en colaborar tendrán que compartir desde la ubicación de su teléfono móvil hasta muestras de sangre, pasando por operaciones con tarjetas de crédito y los eventos importantes en su vida.

El director de este proyecto, el doctor Paul Glimpser, profesor de ciencias neuronales, economía y psicología de la Universidad de Nueva York, ha destacado que lo que pretende es aunar todas las alternativas posibles. Para llevarlo a cabo se cuenta con un presupuesto de 15 millones de dólares al año, y se diferencia de otros estudios relacionados con la recopilación de datos, es la cantidad de información personal que se pretenden recopilar con él.

Por ahora, los investigadores están trabajando en la creación de un grupo que sea demográficamente representativo, y se invitará a distintos neoyorquinos a que participen en él. Los que accedan tendrán que empezar por realizarse varias pruebas de sangre y genéticas, así como de su cociente intelectual. Se les pedirá acceso a sus datos educativos, financieros y médicos. Además, tendrán que proporcionar a los investigadores diversa información de sus móviles, como su ubicación y los números a los que llaman y envían mensajes.

Además, recibirán wearables encargados de registrar su actividad y medidores especiales. También tendrán que participar en encuestas a través de sus smartphones. Cada tres años tendrán que hacerse análisis de sangre, orina y heces. Por cada participante se donarán 500 dólares a fines benéficos.

Tal como apunta Associated Press, los investigadores esperan poder arrojar luz sobre la relación entre salud, comportamiento y circunstancias, con el objetivo de poder elaborar nuevas teorías sobre enfermedades que van desde el asma al Alzheimer.

Hasta aquí todo bien, pero muchos se preguntan cómo van a proteger los datos de los participantes en el estudio. Por suerte, lo han tenido en cuenta,y han previsto sistemas de protección que incluyen varios ciclos de cifrado y firewalls. Los investigadores externos que utilicen los datos no verán ninguna información en crudo, solo tendrán acceso a subconjuntos de datos anonimizados de la información que necesitan. No conseguirán nada que no sean sus análisis, y tendrán que hacerlos a mano, puesto que los ordenadores con los que analizarán datos no estarán conectados a Internet.

Estas medidas cuentan con el respaldo del grupo dedicado a la protección de los derechos digitales Electronic Frontier Foundation, uno de cuyos abogados, Lee Tien, asegura que los investigadores del proyecto se están tomando en serio la seguridad. Eso sí, Tien también se pregunta si las autoridades podrían querer acceder a la información recogida para las investigaciones, pero los investigadores afirman que la tienen bien protegida y no se podrá acceder a ella, a no ser que se cometan actos de terrorismo.

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