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Cómo será y funcionará el iPhone dentro de diez años

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En 2027, el iPhone será bastante diferente que conocemos hoy en día, que acaba de cumplir 10 años y es uno de los móviles que ha cosechado un mayor éxito a lo largo de la historia. Dentro de 10 años será el propio concepto de smartphone lo que se modifique drásticamente. Aparatos que te susurran al oído lo que tienes que hacer, pantallas que solo el propietario del móvil puede ver, y sin necesidad de sacarlas del bolsillo, sistemas de identificación facial que se activan automáticamente ante contactos y personas con las que te tienes que reunir, etc. Es posible que todo esto y mucho más sea real gracias a los móviles.

Por supuesto, Apple seguirá vendiendo un dispositivo físico (pero a saber si entonces será plano, plegable o se podrá enrrollar como un pergamino). Pero las apps y servicios que incluirá, y que hoy se centra en un aparato físico, se habrán convertido en otras integradas en otro tipo de aparatos más acordes con nosotros. Estarán compuestos por una red corporal de ordenadores, baterías y sensores en nuestras muñecas, oídos, caras…. Incluso podremos salir sin necesidad de llevar el iPhone físicamente, pero sí llevaremos sus funciones con nosotros.

Todo esto no son más que elucubraciones sobre lo que sucederá en el futuro, porque analizar lo que sucederá dentro de diez años es poco menos que hacer un brindis al sol. No obstante, el análisis de ciertos movimientos de Apple, como las empresas que compra o en las que invierte, pueden dar pistas sobre haca dónde se dirigen los de Cupertino. Por ahora, la compañía está centrada en integrar en todos sus dispositivos procesadores más potentes, además de radios wireless. Siri es cada vez más «inteligente» y funciona en cada vez más equipos.

Nuevas tendencias

Mientras esto avanza, según el Wall Street Journal, Apple está trabajando con ahínco en campos como la realidad aumentada, lo que da a los desarrolladores la posibilidad de crear apps que llenen nuestro mundo físico con marcas y anuncios de todo tipo. Esta y otras tecnologías, que harán que nuestras casas, coches e incluso ciudades sean más inteligentes, estarán muy desarrolladas. No serán meramente una nueva manera de interactuar con los ordenadores. Darán lugar a un nuevo estilo de vida, y por supuesto, a más preocupación por la invasión de la privacidad.

Últimamente, Apple compra una empresa cada tres o cuatro semanas, y todas tienden a ser un indicador de hacia dónde se dirigen. Entre ellas hay compañías como Lattice Data, Turi y Perceptio, que están especializadas en lenguaje máquina, y podrían ayudar a Apple en la creación de sus propios chips de Inteligencia Artificial, en lo que llevan tiempo trabajando. También ha hecho varias compras relacionadas con la realidad aumentada, como Primesense y Metaio.

La versión de prueba de iOS 11 muestra una integración con Siri más profunda que nunca, lo que también sugiere que Apple trabaja para que su asistente virtual sea capaz en un futuro de hacer prácticamente todo lo que permite hacer un iPhone y que actualmente podemos hacer a través de su interfaz táctil.

Según Ryan Walsh, socio de la firma de capital riesgo Floodgate y que fue el responsable de Gestión de Producto para Medios de Apple de 2014 a 2016, ha comentado sobre el iPhone del futuro que «lo que se va a ver con lo aumentado es cómo podría cambiar de manera radical la psicología del uso del teléfono. En su lugar de utilizarlo para escapar del mundo, se usará para unirse a él de una manera mucho más profunda y significativa«.

La realidad aumentada y la inteligencia artificial también saldrán beneficiadas de la tendencia que marca Internet de las cosas. y que en un futuro hará que cualquier aparato de uso cotidiano integre sensores, activadores y conexión a Internet sin cables. Apple controla los aparatos inteligentes del hogar con HomeKit. Además está integrando la información sobre salud con HealthKit, y tiene enlaces con el coche (CarPlay) y con los pagos (Apple Pay). Está claro que Apple quiere que sus dispositivos estén conectados con todo.

De esta forma, con cada una de nuestras acciones relacionada con cada espacio en el que la realizamos y combinada con el poder predictivo de la Inteligencia Artificial, distribuida a todos los dispositivos en los que Siri va a convertirse en la interfaz por defecto, podríamos tener como resultado una existencia y tareas cotidianas dirigidas por nuestros dispositivos.

En un primer momento, será directo. Nuestros calendarios se rellenarán automáticamente mediante la inteligencia artificial que ya existe, y nuestros aparatos nos guiarán de una tarea a otra. Incluso nos sugerirán qué medio de transporte es el mejor para poder llegar a un punto: el transporte público, un coche compartido o quizá uno volador. Pero después, la relación con los aparatos cambiará a medida que la inteligencia artificial te conozca mejor.

Según lo ve Jonathan Badeen, Cofundador y Responsable de Estrategia de la app de citas Tinder, «puede que estés dando un paso y te diga, hey, tienes que entrar aquí, hacen un café muy rico y dentro está esta persona que también te gustaría conocer«. Entre las tareas de Badeen en Tinder está la dirección de equipos que se encargam de averiguar cómo integrar la última tecnología de Apple en sus apps.

Todo esto puede ser bastante complicado de asimilar al principio, y acostumbrarse a ello tampoco va a ser sencillo. Esto da qué pensar, y apunta a que el principal elemento diferenciador del iPhone que se venderá dentro de una década pueda ser nuestra disposición a aceptar cosas que hoy ni siquiera podemos comprender.

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