Toshiba se libra de levantar las dos nucleares que causaron sus problemas económicos

La japonesa Toshiba ha conseguido librarse por fin de tener que seguir con la construcción de dos plantas nucleares en Estados Unidos, que acumulan importantes años de retrasos y sobrecostes, y que han causado la quiebra de su filial estadounidense Westinghouse y un importante problema económico para el grupo nipón.

Para conseguirlo, el grupo ha acordado pagar 2.168 millones de dólares a los propietarios del proyecto encargado de la construcción de las nucleares, denominado VC Summer. Son las compañías SCANA Corp y su socio, Santee Cooper, propiedad del estado. Los pagos para dejar la construcción de las nucleares, situadas en Carolina del Sur y Georgia, se realizarán en varios plazos, que comenzarán el próximo mes de octubre y terminarán de pagarse en septiembre del año 2022. De esta manera se limita la responsabilidad que Toshiba tenía de garantizar que Westinghouse completase el contrato que tenía para terminar el proyecto VC Summer.

Además de este acuerdo, que le libra de continuar con la construcción de las plantas, las primeras nucleares en desarrollarse en suelo estadounidense en varios años, Toshiba había llegado a otro parecido el pasado mes de junio con las empresas públicas relacionadas con el proyecto, por un importe de 3.700 millones de dólares. Las empresas que participan en este acuerdo están lideradas por una división de Southern Co.

Los dueños del proyecto VC Summer esperan, según Reuters, que el coste derivado de terminar el proyecto «excederá materialmente» tanto las estimaciones de Westinghouse como el pago que va a hacer Toshiba. Esperan decidir pronto si van a seguir adelante con los dos proyectos de construcción, los van a modificar o los van a abandonar.

Por su parte, se espera que Westinghouse entregue esta semana un plan de negocio de cinco años a su prestatario, una filial de Apollo Global Management. Con él, se podrán comenzar a recibir ofertas por Westinghouse, que a pesar de su mala situación económica ha despertado el interés de varias entidades de capital riesgo estadounidenses privadas.

Entre los puntos de dicho plan de negocio se espera que haya uno en el que se recoja un acuerdo a alcanzar con SCANA con el que la empresa seguiría siendo su proveedor de diversos servicios, entre los que figura la ingeniería, para una de las plantas nucleares del proyecto. Westinghouse ya cuenta con un plan parecido con los propietarios de la otra, Santee Cooper.

Mientras llegan todas estas soluciones a sus problemas, Westinghouse ha pedido al Tribunal de Bancarrota de Manhattan (Nueva York) que le permita poner en marcha un plan de reorganización, para lo que necesita más tiempo. Concretamente, hasta el 6 de diciembre. Las razones que alega la compañía para ello son variadas, pero entre ellas están las negociaciones con SCANA. El tribunal examinará esta petición el próximo 7 de septiembre.