Windows 7 se mantiene como líder frente a Windows 10

Ayer mismo hablamos de la famosa pauta del Windows bueno, Windows malo, y de los efectos que esta «maldición» que pesa sobre el sistema operativo de Microsoft tiene en las actualizaciones de los sistemas operativos. Esto, sumado a la confianza que los administradores tienen en todo aquello que ya han probado, frente a las dudas que genera lo «desconocido», suele ocasionar que el ritmo de adopción de las nuevas versiones de los sistemas operativos sea, casi siempre, muy inferior al esperado y deseado por sus fabricantes. Y sin duda tal es la situación actual de Microsoft que, según cuenta Computerworld, ve que las migraciones de Windows 7 a Windows 10 no se están produciendo, ni mucho menos, a la velocidad deseada por los de Redmond.

Así, cuando se han cumplido ya los dos años del lanzamiento de la  versión de Windows, según los datos Net Applications, Windows 7 sigue ocupando la primera posición entre los sistemas operativos más empleados, con un 54% de los sistemas equipados con alguna de las versiones de Windows. Y aunque 10 ocupa la segunda posición, lo hace a nada menos que 24 puntos porcentuales de diferencia, con un 30%. Menos extraño resulta saber que Windows 8, la versión intermedia, solo conserva un 9% de la cuota de mercado, y que Windows XP se mantiene, aún a estas alturas, en un 6%, muy por encima del 1% de remanente de Windows Vista.

Ahora bien, lo más sorprendente de todo es ver hasta qué punto los usuarios (tanto particulares como profesionales) confían más en unos sistemas que en otros, aún cuando el soporte a los mismos hace tiempo que ya terminó (como es el caso de XP) o se encuentra a menos de dos años y medio para dejar de estarlo. Y es que esto, aunque para un usuario doméstico puede ser un dato menor (actualizar el sistema de casa es algo que se soluciona en unas pocas horas), en un entorno corporativo las actualizaciones deben llevarse a cabo con bastante plazo, tanto para realizar las comprobaciones previas, como para solventar los posibles problemas que puedan surgir tras realizar el cambio.

Así, es de esperar que, en los próximos meses, empecemos a ver un progresivo movimiento que, en no más de un año y medio, haga que Windows 10 ya esté claramente por delante de Windows 7 y, al mismo tiempo, que como Windows Vista termina por desaparecer de la lista y Windows XP… bueno, XP es un mundo aparte. Es cierto que se mantiene en bastantes sistemas por cuestión de compatibilidad, pero aún así un 6% es un número demasiado alto como para estar justificado exclusivamente por eso. Así, no resultaría sorprendente comprobar, con el paso del tiempo, que mientras que el resto de usuarios se actualizan a Windows 10, los de XP se mantienen inamovibles en su actual sistema.