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Las tecnológicas se alían para negociar el NAFTA por el libre comercio en Norteamérica

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Las negociaciones para redefinir los acuerdos del Tratado de Comercio Libre de Norteamérica (NAFTA), que ha estado en vigor durante los últimos 23 años, están a punto de comenzar. Este tratado se encarga de regular los términos para la compra y venta de bienes y servicios entre Estados Unidos, Canadá y México, y en la práctica, de establecer las normas para que el comercio entre estos países se lleve a cabo sin trabas ni restricciones. Generalmente, los sectores con más peso en el tratado y que más presionan para favorecer sus intereses son el agrícola y el de transportes, pero en esta ocasión, varias empresas del tecnológico, como Microsoft o Cisco, se han aliado para hacer lobby a su favor y evitar problemas.

Con su unión, estas empresas persiguen evitar cualquier restricción futura en sectores como el almacenamiento en la nube, así como para dar impulso a un pacto internacional para acabar con los aranceles a los equipos tecnológicos. Por ahora, las empresas de tecnología y las organizaciones de comercio tienen, según Reuters, 48 acuerdos con varios lobbies que ya han debatido los términos del acuerdo NAFTA con funcionarios de la administración o con legisladores. Su número ha aumentado bastante desde el último trimestre de 2016, cuando sólo habían alcanzado uno de ellos.

Esta posición ante las nuevas negociaciones, en palabras de Devi Keller, director de Políticas Globales de la Asociación de la Industria de Semiconductores, «es tanto defensiva como ofensiva. Hay oportunidad para la expansión«. Y ciertamente, la hay. En este punto, el sector tecnológico tiene casi tantos lobbys representando sus puntos de vista sobre NAFTA como el de transportes, del que forman parte los fabricantes de coches y que el trimestre pasado tenía 52 grupos de presión negociando el pacto de comercio con funcionarios del gobierno. El de la agricultura tiene nada menos que 86 acuerdos con grupos de presión.

No obstante, los objetivos de las tecnológicas son distintos a los de la agricultura y el transporte. Mientras estos últimos quieren proteger sus cadenas de montaje, desperdigadas por los tres países que componen Norteamérica, el sector de la tecnología quiere reformas en NAFTA que favorezcan el crecimiento de sus respectivos negocios.

Todas quieren una prohibición de cualquier tipo de requerimientos gubernamentales que lleven a que los proveedores de servicios tecnológicos tengan que almacenar datos en un país en concreto. También quieren que los firmantes del tratado NAFTA se unan a un pacto internacional para acabar con los aranceles de una gran cantidad de componentes y equipamiento tecnológico. Entre ellos están los ordenadores, los smartphones, los semiconductores y los aparatos médicos. En la actualidad, tanto Estados Unidos como Canadá ya se han adherido a este acuerdo, pero México no lo ha hecho todavía.

Trump quiere un NAFTA favorable a EEUU

A pesar de los esfuerzos de varios países y empresas para renovar NAFTA, el presidente Donald Trump puede poner trabas para su renovación a no ser que se cumplan ciertos requisitos. Trump lleva tiempo culpando a NAFTA de la pérdida de puestos de trabajo en fábricas en Estados Unidos, y ha amenazado con retirarse del pacto a no ser que se renegocie a favor de Estados Unidos. Veremos si su postura beneficia a las tecnológicas, que ya ven cómo sus aparatos no están sujetos a aranceles gracias al tratado. Los representantes del sector también aseguran que no hay restricciones al flujo de datos en las regiones que firmaron en tratado, pero las empresas estadounidenses quieren una actualización de NAFTA para acceder a otros mercados.

Por eso, los lobbys ya se han puesto manos a la obra para tratar de incluir en los términos del nuevo acuerdo y hacer que vayan en favor de sus intereses. En concreto, las asociaciones de la industria tecnológica han enviado varias cartas a la Administración Trump, en las que piden a los negociadores que den prioridad al flujo libre de datos, así como a las tarifas bajas y a los estándares de ciberseguridad globales. Además, se han reunido con funcionarios de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.

Ed Brzytwa, director de Políticas Globales del Consejo de la Industria de las Tecnologías de la Información, está bastante seguro de que los puntos más destacados de sus reivindicaciones se tratarán en las conversaciones de renegociación del tratado. No obstante, no está clara la importancia que se dará a sus preocupaciones dada la obsesión de Trump por la manufactura y la incertidumbre que su presidencia abrió sobre el sector tecnológico, especialmente si considera que no fabrican suficientes dispositivos en Estados Unidos. Lo que sí se ha confirmado que ya ha propuesto la Administración Trump para el nuevo NAFTA son más facilidades para el paso por aduanas de las compras online.

La mayoría de los acuerdos alcanzados de cara al NAFTA vienen de empresas de hardware, software y servicios digitales. Cisco Systems tiene nada menos que 10 activista presionando en las negociaciones del futuro de NAFTA. Microsoft tiene 13. No se sabe a ciencia cierta cuántos tienen otros trabajando en el tema, aunque Amazon, uno de los principales proveedores de servicios en la nube, también ha comunicado que está haciendo lobby de cara al NAFTA.

Foto: Keepscases

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