Conecta con nosotros

Noticias

La importancia de la memoria caché en los arrays de almacenamiento

Publicado el

memoria cache

Hay elementos que, por comunes en nuestras vidas, apenas reciben nuestra atención. Y aunque es lógico (¿quién se para a mirar constantemente el aire que respira?), sí que es importante que recordemos su presencia, su utilidad y, en resumen, la razón por la que son imprescindibles. En esa línea, Megha Shukla ha publicado una interesante entrada en el blog de Fujistu, en la que nos recuerda en qué consiste exactamente la memoria caché, y analiza su vital función en los arrays de almacenamiento, unas infraestructuras cada vez más comunes y que, en la opinión de la mayoría de los analistas, no dejarán de crecer durante los próximos años.

Así pues, lo mejor es empezar por el principio, refrescando un poco la memoria. ¿Qué es la memoria caché? En su definición más básica, hablamos de una memoria que se sitúa, de manera intermedia, entre dos elementos, y que agiliza la transferencia de datos entre los mismos, al almacenar aquellos a los que es probable que queramos acceder de manera inmediata. Una memoria caché muy común es la integrada en los procesadores. En este caso, se trata de una memoria de acceso mucho más rápido que la RAM del sistema, y que acelera la transferencia de los datos que se encuentran en la misma hasta el procesador. Aunque el esquema puede variar un poco en otros casos, al final, siempre, estaremos hablando de un repositorio de memoria de acceso ultra rápido y destinado a acelerar todas las operaciones de entrada y salida de datos.

Ahora bien, ¿memoria caché en los sistemas de almacenamiento? ¿Qué tipos hay y qué es lo que ofrecen? Básicamente podemos distinguir entre dos grandes tipos, la caché de almacenamiento y la caché flash. La primera se asemeja a la que mencionábamos antes en el caso del procesador, es decir, que hablamos de muy poca capacidad pero de un altísimo rendimiento. En este caso, esa memoria se situaría, como buffer intermedio entre los sistemas de almacenamiento y los de cálculo. Por su parte, la caché flash es un repositorio que se crea almacenando datos temporalmente en discos SSDs de alto rendimiento, para que las peticiones de acceso a los datos del mismo se puedan resolver más rápidamente. Esto tiene sentido cuando las cargas de trabajo son más y más pesadas, en el orden de petabytes.

¿Y qué es lo que aporta flash caché en el escenario actual? Ya hemos planteado en múltiples ocasiones que el monstruoso volumen de datos que se gestiona actualmente en los centros de datos no va sino a crecer sustancialmente, en la medida que se acelere el despliegue de IoT, de las redes 5G, de los vehículos autónomos y conectados, y de otros muchos elementos que nos acompañarán en nuestro día a día a corto y medio plazo. Así, una gestión eficiente de los datos obligará, al mismo tiempo, a contar con toda la información posible, y a ofrecer un acceso realmente rápido al mismo. Si no se cumple alguna de ambas premisas, los servicios que dependen de dichos datos se pueden ver penalizados, algo inaceptable en determinados contextos, en los que la velocidad de respuesta es un elemento clave.

 

Lo más leído