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Tras el cierre de YouTube MP3, ¿ahora qué?

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YouTube Mp3

De la plétora de servicios para el consumo de contenidos audiovisuales a través de Internet, sin duda alguna YouTube es el rey indiscutible. Y es que se ha convertido en la plataforma elegida por cientos de miles de creadores de contenidos para compartir sus obras con el mundo, dando lugar incluso a la figura del Youtubber, una persona (generalmente bastante joven, aunque hay de todo) que vive, principalmente, de la monetización de sus vídeos en esta red social. Pero no solo son ellos, también los particulares emplean la plataforma para almacenar y compartir sus grabaciones, y artistas de todo tipo (cineastas, músicos, etcétera) suben sus creaciones (total o parcialmente) para compartirlas con sus seguidores. ¿Buscas el trailer del próximo estreno o el nuevo vídeo de tu artista favorito? Hay muchas probabilidades de que esté ahí.

Esto, claro, ha llevado asociado el crecimiento de servicios online, e incluso de software que podemos instalar en nuestros sistemas, para realizar acciones que no han sido contempladas en el propio servicio, en algunos casos por falta de previsión, en otros porque sus responsables no quieren que los usuarios puedan llevar a cabo esas operaciones. Y a este respecto, hay dos ejemplos que destacan sobre el resto: descargar vídeos de la plataforma, y extraer la pista de audio de los vídeos para guardarla en formato MP3 o similar. La red está llena de servicios que ofrecen ambas funciones, y cuyo manejo es tan sencillo que hasta el más novato es capaz de obtener lo que desea en solo unos pocos minutos.

Las industrias que hay detrás de parte de esos contenidos, intentan acabar con esos servicios que brotan a la sombra de YouTube, y en ocasiones se anotan éxitos, como el reciente cierre de YouTube MP3, una de las webs más populares en las que, introduciendo la url de un vídeo, podíamos descargar su pista de audio en formato MP3. ¿Es esto un éxito para la industria? Sí, pero poco más que testimonial, pues por cada servicio cerrado, aparecen otros diez nuevos, a día de hoy sigue siendo sencillo encontrar servicios como Peggo o Convert2MP3, que no es que ofrezcan lo mismo que el desaparecido servicio, no, es que además añaden nuevas funciones disponibles durante el proceso.

Entonces, ¿qué supone para los usuarios el cierre de YouTube MP3? Poca cosa, en menos de un minuto es posible encontrar decenas de alternativas. ¿Y para la industria audiovisual que emplea YouTube para difundir sus contenidos? Solo una pírrica victoria que tiene más de simbólico que de efectivo. ¿Y para los directivos de Google? Nada en absoluto, saben que su plataforma de vídeo es y seguirá siendo un éxito absoluto y, por lo tanto, estas bagatelas legales son peccata minuta.

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