Softbank, a punto de llegar a un acuerdo para comprar una parte de Uber

Softbank lleva tiempo interesada en el mundo de las compañías de transporte privado de Estados Unidos, pero no se decidía entre Uber o Lyft. Y al parecer, ya ha tomado una decisión: quiere hacerse con una parte de Uber. Al parecer, ambas partes están a punto de llegar a un acuerdo, según declaraciones de Arianna Huffington en la conferencia D.Live del Wall Street Journal que ha recogido Recode. Su firma de produciría a lo largo de la próxima semana, y con él Softbank se haría con un máximo de una quinta parte de la empresa.

Hasta ahora, la compañía japonesa ha estado negociando con Uber por el precio al que la compañía californiana debería vender sus acciones a Softbank. Si el precio es demasiado bajo, es probable que la oferta no se produzca y no se vendan acciones, pero por ahora no parece que eso vaya a suceder.

Huffington no ha querido desvelar el precio que Softbank pagará por su entrada en Uber, pero todo apunta a que podría rondar los 50.000 millones de dólares. No obstante, es posible que algunos accionistas de la compañía pidan que el grupo japonés pague más por quedarse con una parte y por venderle sus acciones. Softbank, como hemos comentado, podría adquirir hasta una quinta parte de Uber, pero quiere hacerse con un mínimo del 14%.

En cuanto a Uber, ha iniciado un procedimiento de venta, pero sólo tendrá éxito si hay suficientes vendedores interesados en vender parte de sus acciones. Esta venta también está ligada a varias reformas con las que la empresa quiere restringir la actividad de varios de los principales accionistas de Uber. En particular, a su antiguo CEO, Travis Kalanick.

Huffington, que se unió a la junta directiva de Uber el año pasado, es una defensora de Kalanick, y no se ha cortado al calificar la tensión en la empresa como una locura. Eso sí, también ha dejado claro que está muy de acuerdo con el nombramiento del nuevo CEO de la empresa, Dara Khosrowshahi. Y a pesar de defender a Kalanick, Huffington también es consciente de que la empresa ha sufrido las consecuencias de los errores de su antiguo responsable. En su opinión, «no se puede ignorar lo que ha pasado en los últimos meses» y cree que el problema «era este culto al hipercrecimiento, que implica que se descuida lo que sucede con la cultura de la empresa«.