Conecta con nosotros

Noticias

Audi confía en Intel para la nueva versión de su A8

El acuerdo suscrito entre Intel y Audi convierte a la tecnológica en el proveedor de procesadores para los sistemas de conducción semiautónoma con los que contará la versión de 2018 de su berlina de gama alta, A8.

Publicado el

Intel y el Audi A8

Para el común de los mortales, Intel es sinónimo del «cerebro» de sus ordenadores, ya sean de sobremesa o portátiles. Y es normal, ya que desde hace ya varias décadas, sus procesadores han sido un referente en todo el mundo, y sus múltiples arquitecturas han sido empleadas por otros fabricantes que, aun así, nunca han logrado poner en jaque su supremacía en este mercado.

En el camino marcado por los fundadores de Intel, quedó claro que la innovación era su razón de ser y que, por lo tanto, era imprescindible encabezar el cambio. Así, esas tecnologías de las que hablamos hoy en día, como la conectividad 5G, Internet de las cosas, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual y los vehículos inteligentes están desde hace ya tiempo el en punto de mira de Intel, que ha logrado convertirse en una referencia en esos campos y, además, reforzar sus más que positivos resultados económicos gracias a su posicionamiento temprano en los mismos.

Y esto es algo que tiene mucha importancia desde un punto de vista tecnológico, claro, pero que también resulta fundamental para accionistas e inversores, que valoran muy positivamente los movimientos del gigante de los semiconductores para mantenerse como una referencia en el sector.

El último ejemplo de ello, como publica Madison, es el acuerdo suscrito entre Intel y Audi, y que convierte a la tecnológica en el proveedor de procesadores para los sistemas de conducción semiautónoma con los que contará la versión de 2018 de su berlina de gama alta, A8. Un acuerdo que hace que Intel, que todavía puede crecer mucho en este campo, se anote una colaboración con un fabricante de enorme prestigio, y que ha confiado en sus soluciones tecnológicas para la producción de su vehículo «tope de gama», supone un gran espaldarazo y, por lo tanto, un buen precedente para que otros fabricantes de motor también opten por sus  soluciones específicas.

Y es que hay que tener en cuenta que la compañía no solo está produciendo integrados. Recordemos que a principios de año adquirió Mobileye, la startup israelí especializada en el diseño de soluciones de conducción autónoma, y que es la creadora de los sistemas integrados por Tesla en sus vehículos.

Estos dos movimientos, que se han producido en poco más de seis meses, son una prueba clara para los mercados de que la compañía está logrando crecer en un mercado que, según los analistas, alcanzará los 77.000 millones de dólares para el 2035. Así, el Intel Programmable Solutions Group (PSG), que por ahora aporta aproximadamente un 3% al resultado global de la compañía, en poco tiempo puede llegar a convertirse en el epicentro (bueno, uno de ellos) de la evolución de Intel.

Lo más leído