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Airbus creará coches voladores autónomos y eléctricos en 2017

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Flying car

El modelo de ciudad del futuro ha cambiado sustancialmente los últimos años, principalmente por dos factores. El primero es, sin duda, la sostenibilidad. Ya no hay prácticamente nadie que se atreva a negar la nociva influencia del ser humano y las emisiones tóxicas. El boom de los vehículos híbridos y eléctricos no solo persigue una mayor eficiencia, sino acabar con el factor contaminante de los vehículos basados en combustibles fósiles. Y, por otra parte, el desarrollo de la tecnología ha impulsado el concepto de las smart cities, ciudades con una base tecnológica que sirve para mejorar múltiples aspectos de las mismas.

Y en la intersección de ambos avances se sitúa, sin duda, uno de los proyectos más innovadores de Airbus, el consorcio aeronáutico europeo, del que se hace hoy eco Computerworld. La propuesta, nacida del A³, una división del grupo creada en marzo de este mismo año, ubicada en Silicon Valley y centrada en la innovación, consiste en crear coches voladores autónomos, diseñados para el transporte dentro de grandes ciudades. Y aunque pueda sonar a algo muy, muy futurista, el propósito del fabricante es tener listo un primer prototipo antes de que finalice el año que viene, con el fin de tener las primeras unidades totalmente operativas en un plazo de 10 años.

En palabras de Rodin Lyasoff, ejecutivo del proyecto, «En tan solo diez años, podríamos tener en productos en el mercado que revolucionarán el transporte urbano para millones de personas«. Y es que, según numerosos estudios, los desplazamientos dentro de la ciudad consumen una porción muy importante del tiempo de los trabajadores. Con vehículos de este tipo, se solucionarían gran parte de los problemas del transporte por superficie y, reduciendo muy significativamente el tiempo empleado en dichos desplazamientos.

Según Lyasoff, buena parte de las tecnologías necesarias ya existen y se han desarrollado lo suficiente como para emplearlas en un proyecto así. El gran desafío ahora viene dado por dos aspectos cruciales: la seguridad y las regulaciones. Gran parte del esfuerzo se centra actualmente en desarrollar sistemas capaces de detectar adecuadamente los elementos del entorno y, claro, de evitar los riesgos de colisión con los mismos. La seguridad de los vehículos autónomos ha sido puesta en tela de juicio tras los accidentes sufridos por vehículos de Tesla y de Google este mismo año, por lo que los reguladores observan con especial atención todos los movimientos en este sentido.

De momento no existe ninguna norma legal que contemple el transporte de pasajeros en vehículos aéreos no tripulados, todas las normas se refieren a drones y a helicópteros y otros vehículos similares. No obstante, a este respecto puede resultar de ayuda el acuerdo firmado por la división de helicópteros de Airbus y las autoridades de Singapur a principios de este año. Así, la compañía ha recibido la autorización necesaria para probar un sistema de entregas mediante drones (no controlados remotamente) en la Universidad Nacional de Singapur. Su puesta en funcionamiento se espera para mitades del año que viene y, de dicha experiencia, tanto Airbus como las autoridades podrán extraer interesantes conclusiones.

 

Imagen: Kobel Feature Photos

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