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Lyft busca «novia» y rápido

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amor on-line

El transporte privado dentro de las ciudades mueve mucho dinero, pero puede que, en un futuro cercano, el pastel no sea suficientemente jugoso para todas las empresas que quieran participar en la fiesta. Quizá oliendo esto, el rival de Uber, Lyft, lleva ya un tiempo buscando un comprador, aunque no ha tenido éxito y todas las negociaciones que ha comenzado han fracasado, a pesar de contar con el consejo de Qatalyst Partners, una inversora especializada cuyos servicios contrató el pasado mes de julio.

Esta falta de interés puede deberse a la posición de desventaja de Lyft con respecto a su principal competidor, Uber, que cuenta con una presencia más sólida y está operativa en más países. Y según un informe del New York Times, no han sido pocas las compañías con las que se han reunido los directivos de Lyft de cara a una posible venta. Entre ellas están gigantes de la talla de General Motors, Apple, Alphabet, Amazon, Didi Chuxing o la propia Uber.

Se desconoce la cifra exacta que pedía la compañía a sus potenciales compradores, que nunca llegaron a expresar un interés firme por la empresa. Al parecer, la más predispuesta a hacerse con ella era General Motors, una de sus accionistas, que llegó a manifestar públicamente su interés por llevar a cabo la transacción, pero finalmente no se llegó a ningún acuerdo.

La empresa no corre peligro de cierre a corto o medio plazo, puesto que en la actualidad cuenta con 1.400 millones de dólares en metálico. Pero se enfrenta a un futuro incierto a pesar de estar valorada en 5.500 millones de dólares, ya que Uber no sólo la supera en el sector del transporte urbano de pasajeros, sino que además parece interesada en entrar en breve en el mundo de los coches autónomos. Lyft también parece haber expresado interés en hacerlo, pero Uber la lleva mucha delantera. Por otra parte, la reciente venta de los activos de Uber en China a Didi Chuxing ha hecho que perdiese interés en la compra de Lyft.

Por ahora, parece que su negocio se ralentiza, ya que todo apunta a que, en el mejor de los casos, en 2016 tiene previsto ingresar 400 millones de dólares, que se reducirán aún más después de los incentivos y comisiones que paga a sus conductores. Habrá que esperar un tiempo para ver si finalmente aparece un comprador, y si consigue salir adelante de forma airosa.

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