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La Unión Europea regulará las «telecos» de Internet

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Unión Europea

Ya lo adelantábamos hace unas semanas, y esta semana parece haber llegado el momento tan esperado por las telecos y temido por las tecnológicas, ya que salvo cambios o imprevistos de última hora, The Wall Street Journal informa de que la Unión Europea presentará esta misma semana su propuesta de regulación para las empresas y servicios que, como Skype y Whatsapp, prestan servicios equiparables a los de las empresas de telecomunicaciones (Telefónica, Vodafone, etcétera), pero sin tener que cumplir las estrictas regulaciones legales a las que éstas están sujetas dentro del espacio común europeo.

Entre las medidas propuestas en el borrador que será presentado esta semana, se encuentra la obligatoriedad de que servicios como Skype, que cuenten con una función para ofrecer un número de teléfono accesible desde la red de telefonía normal, ofrezcan acceso a los servicios de emergencia a través de sus números estándar (112 en España). Por otra parte, los usuarios que empleen este tipo de servicio concreto y que deseen cambiar de proveedor para el mismo, podrán solicitar la portabilidad del número que tienen asignado, al igual que ya ocurre desde hace años en este mismo tipo de operaciones entre «telecos». De esta manera, el servicio telefónico ofrecido por las tecnológicas a través de Internet, se asemejaría en determinadas condiciones al tradicional de los operadores «de toda la vida».

Hay aspectos que todavía no están tan claros, como si se exigirá a los servicios de mensajería online que cumplan condiciones similares a las que deben seguir los operadores con los mensajes sms, así como qué ocurrirá con el cifrado de las comunicaciones. Y es que este es, precisamente, uno de los puntos más candentes. La normativa europea obliga a las «telecos» a adaptarse a las directrices de seguridad de los distintos países miembros, en caso de que estos exijan poder acceder al contenido de determinadas comunicaciones por cuestiones de seguridad. Igualar esa condición a los servicios de comunicaciones a través de Internet, obligaría a los mismos a crear sistemas de puerta trasera, para que las autoridades de todos los estados que así lo exijan puedan acceder a las mismas.

En principio, la negativa de estas empresas a ceder a ese respecto es rotunda. Recientemente hemos vivido el enfrentamiento entre Apple y las autoridades de Estados Unidos, en un conflicto en el que la tecnológica ha puesto la privacidad de sus usuarios por encima de las exigencias de facilitar el acceso a varios iPhones cuyo contenido estaba cifrado. Y servicios como WhatsApp van incorporando, cada cierto tiempo, nuevas medidas encaminadas, precisamente, a proteger aún más la privacidad de las conversaciones de sus usuarios. El problema, alegan las telecos, es que las diferencias regulatorias les hacen competir en inferioridad de condiciones, algo que niegan las tecnológicas, que afirman que aunque algunos servicios son similares, su base de negocio es sustancialmente distinta.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que aunque esta semana se presente la propuesta regulatoria, todavía tendrá que pasar mucho tiempo, probablemente años, hasta que ésta se convierta en una regulación concreta. Y durante todo este tiempo, los lobbies de ambos grupos (telecos y tecnológicas) no dejarán de presionar para que el marco regulatorio sea el más adecuado para sus representados. Así, lo más probable es que todavía quede bastante tiempo hasta que, finalmente, sepamos cómo acaba esta iniciativa de la Unión Europea. Solo un avance: puedo apostar a que la forma final de la misma, no resultará totalmente satisfactoria para ninguna de las partes.

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