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Windows 10 para empresas: guía para no desactualizarse

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Con la edición de aniversario de Windows 10 considerada apta para empresas hace solo unos días, las compañías que hayan instalado este sistema operativo en sus equipos se enfrentan a un futuro en el que aparecen tres actualizaciones grandes en los próximos 18 meses. Y también tendrán que adaptar su soporte al ritmo de actualizaciones y retiradas de soporte de versiones que ha marcado Microsoft, mucho más rápido que en ocasiones anteriores.

Así, los de Redmond retirarán el soporte a la primera versión de Windows 10 en marzo (aunque seguirá funcionando). Se trata de la edición que lanzaron en julio de 2015, la que según Computerworld, en la nomenclatura de Microsoft tiene el código 1507. Seguramente, ocurrirá después de que Microsoft lance el paquete de actualizaciones de seguridad del mes, el 14 de marzo de 2017.

Tras ese día, los equipos y dispositivos CBB (Current Branch for Business), y que engloba a casi todos los PCs que hay a la venta, tendrán que actualizarse a una versión posterior a la 1507 para recibir actualizaciones de seguridad.

Es, por tanto, una cadencia de actualizaciones más rápida que las anteriores, pero las necesidades de los clientes de empresa de Windows 10 hacen que el ajustarse a este ritmo sea más complicado, por lo que se ha retrasado su puesta en marcha, y hasta ahora no se ha retirado el soporte a ninguna versión del sistema operativo.

Los administradores de IT de las empresas han contado con bastante tiempo para desplegar en sus equipos cualquiera de las primeras tres versiones de Windows 10. Las actualizaciones, una parte muy importante de la plataforma que Microsoft denomina «Windows como servicio», todavía no han sido calificadas de necesarias. Pero esto va a cambiar en breve por la política de soporte que tiene para Windows 10.

Nuevas versiones

Como hemos mencionado, en Redmond han decidido dar soporte, al menos, a dos distribuciones de CBB al mismo tiempo. Esto quiere decir que cuando se lance una nueva versión, la anterior dejará de recibir soporte, transcurridos 60 días desde su lanzamiento.

Así, en principio, cuando la actualización de aniversario, la 1607, esté disponible para la empresa, los administradores de sistemas en cuyos equipos esté instalada la edición 1507 tienen dos meses para actualizarlos si no quieren que dejen de recibir actualizaciones de seguridad. Tanto la 1607 como la 1511, la lanzada en noviembre de 2015, seguirán recibiendo actualizaciones.

Según los planes iniciales de Microsoft, los administradores de sistemas recibirían una nueva actualización que instalar cada cuatro meses, y las distintas versiones de Windows 10 tendrán 12 meses de soporte tras su lanzamiento. Pero desde que los formularon, en Redmond se han visto obligados a hacer algunos cambios, lo que también ha modificado los tiempos. Para empezar, han tenido que olvidarse de lanzar tres actualizaciones cada año y dejar dos en su lugar (y en 2016 solo va a lanzar una). Y en vez de dar soporte a cada versión durante 12 meses, ha tenido que alargarlo hasta un mínimo de 18.

También han tenido que concretar cuánto transcurre desde que las versiones salen para el mercado de consumo hasta que pasan a ser consideradas como aptas para el mercado empresarial: el plazo ha subido de cuatro a cinco meses. Si se le suman dos meses más desde el lanzamiento de una nueva versión, el tiempo que transcurrirá entre el lanzamiento inicial de la edición 1607 de Windows 10 y el fin de las actualizaciones para la 1507 será de entre seis y siete meses.

Así, las fechas que se barajan para la llegada de nuevas versiones de Windows 10 y el cese de actualizaciones de seguridad de las anteriores a las previas en cada caso, son las siguientes: Windows 10 1511, lanzada en noviembre de 2015, y que pasó a ser considerada para empresas en abril de 2016, dejará de recibir soporte en septiembre de 2017, seis meses después de que la próxima edición del sistema operativo vea la luz en marzo.

Windows 10 1607, la edición que Microsoft lanzó el pasado agosto, y que desde el mes pasado se considera como apta para la empresa, dejará de tener soporte en abril de 2018. Pero solo en caso de que la segunda actualización del sistema operativo aparezca en octubre de 2017.

A la vista de estas fechas, y según Wes Miller, analista de Microsoft en la consultora Directions, las empresas tendrán que estar preparadas y, en sus palabras, «tendrán que aprender a adaptarse a estos nuevos ciclos de Windows, los más ágiles, y Office. La realidad es que las versiones de Windows se quedarán sin soporte, por lo que las empresas tendrán que adoptar un ciclo de vida que las permita desplegar las versiones que quieran, pero a la vez estar preparados para actualizarlas«.

Tal como apunta Miller, hasta ahora las empresas no han tenido que trabajar con un tiempo de actualización tan rápido de Windows, ni habían tenido que migrar de una edición mayor a otra, a la vez que se encargan de la gestión de actualizaciones para la más reciente, dado que las transiciones empresariales suelen tardar en completarse un año o incluso más. Tal como lo ven tanto Miller como muchos otros analistas, la edición 1607 de Windows 10 será la que muchas empresas emplearán para migrar sus sistemas al nuevo Windows 10. Esta versión tendrá soporte durante todo el año que viene y los primeros meses de 2018. Después, los administradores tendrán que ponerse las pilas.

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