Conecta con nosotros

A Fondo

Así es el mejor portátil para teletrabajar

Publicado el

A muchos nos ha pillado de sorpresa. De un día a otro nos hemos visto obligados a teletrabajar. Si hemos tenido suerte, hemos podido seguir donde lo dejamos utilizando el portátil de nuestra empresa. Si hemos sido menos afortunados, hemos tenido que hacerlo con nuestro equipo personal. Si hemos tenido suerte, ese equipo casero cumple con lo que necesitamos para trabajar en remoto…si no, nos toca renovar, la mayoría de las veces con el apoyo financiero de nuestra empresa.

Y es cierto, a menos que seamos diseñadores, editores de vídeo, programador de videojuegos… probablemente no necesitaremos un equipo demasiado caro para poder trabajar en remoto. De hecho, en algunos escenarios y en profesiones muy concretas, puede que nos baste con un Chromebook de cierta calidad para poder desarrollar nuestro trabajo con todas las garantías.

Esto no quiere decir que no necesitemos cumplir con unos requisitos mínimos o incluso, deseables. Una cosa es tener lo indispensable para teletrabajar y otra poder hacerlo con comodidad, sin estrés, sin preocupaciones…de la misma forma en que lo haríamos en nuestra empresa. Así que tanto si estamos pensando en renovar nuestro equipo doméstico, hay una serie de puntos que tenemos que tener en cuenta. Veamos qué tenemos que pedirle a nuestro ordenador portátil.

CPU: no bajes de la octava generación de Intel

Tanto Intel como AMD se han puesto las pilas este año y hemos visto por ejemplo, cómo los de Intel estrenaban hace unos días su línea de procesadores Core Serie H de 10ª Generación o cómo a finales de este mismo mes se lanzará la nueva línea de procesadores Comet Lake-S.

La mayoría de los trabajadores sin embargo no necesitan el último AMD-Ryzen o sobre todo si no son jugones, seguir el ritmo de Intel. Pero para trabajar con garantías, los procesadores Intel Core de octava generación resultan más que suficientes, especialmente en la línea i5. Si queremos ir un poco más allá, podemos optar por su variante «U», que son los que ofrecen un mayor equilibrio entre rendimiento y eficiencia energética.

Los Core i3 ‘U’ pueden en este sentido resultar lentos en escenarios de multitarea intensiva y los i7, aunque sin lugar a dudas son un plus en potencia no son realmente necesarios ese escenario.

¿Procesadores específicos que podemos recomendar? Core i5-8250U, Core i5-8265U o si queremos algo más actual, Core i5-10210U.

¿Necesitamos una gráfica dedicada?

La inmensa mayoría de las aplicaciones de productividad que utilizan las empresas como Office, Slack, aplicaciones SaaS, etc. no requieren un chip gráfico dedicado, lo que comúnmente se conoce como GPU.

En este sentido, la mayoría de las gráficas integradas (Intel HD, o UHD) que acompañan esos procesadores de los que hablábamos antes, van a cumplir con estas tareas sin ningún tipo de problemas.

Por supuesto, si como parte de nuestro trabajo remoto vamos a tener que editar vídeos o trabajar con imágenes pesadas, contar con una gráfica dedicada (como puede ser la línea GeoForce GTX de Nvidia) va a marcar la diferencia y es un factor con el que tenemos que contar.

El revival de la webcam

En los últimos años la webcam ha sido uno de los elementos menos valorados en el portátil, tanto que no son pocos los usuarios que no la han usado nunca.

Esto por supuesto está cambiando de forma radical en los últimos tiempos y con cada más videoconferencias y servicios como Zoom, Hangouts, WebEX y otros «echando humo» no es exagerado afirmar que la cámara web no solo está de vuelta sino que cada vez importa más.

¿Qué le debemos pedir a la cámara web de nuestro portátil? Como mínimo que sea capaz de transmitir imágenes a 720p, que se considera como la calidad mínima para trabajar con garantías con aplicaciones como Zoom o Skype. No debería ser un problema encontrarla en la mayoría de los portátiles actuales, pero si queremos ir al mercado de refurbished es un factor que tendremos que comprobar.

Si la videoconferencia va más allá y es algo que vamos a utilizar como parte integral de nuestro dia a día, podemos considerar ir a una webcam de 1080p. Tendremos que tener en cuenta eso sí, que estas cámaras web solo las encontraremos en algunos portátiles de la gama más alta del mercado y que deberemos contar con una buena conexión a Internet para que marque la diferencia.

No bajes de los 8GB de memoria RAM

Aunque en los lineales vamos a encontrar muchos portátiles que siguen ofreciendo 4 GB de memoria RAM, no deberemos considerar un equipo de teletrabajo aquel que no nos ofrezca un mínimo de 8 GB.

Aplicaciones como los navegadores web o incluso de productividad como Office 365, son grandes devoradores de RAM y este es un punto clave. Si nuestro presupuesto nos lo permite, apostar por los 16 GB de memoria de RAM no es ninguna locura.

Almacenamiento: 256 SSD o 500 GB de HD

En el terreno del almacenamiento, una solución ideal sería contar con una unidad SSD de 256 GB o de mayor capacidad, ya que por su velocidad y rendimiento general del equipo ofrece numerosas ventajas sobre un disco duro mecánico tradicional, si bien es cierto que estos últimos ganan en el terreno de la durabilidad.

Si nos decantamos por un equipo con un disco duro mecánico, no deberíamos apostar por ninguno con una capacidad inferior a los 500 GB. Un buen añadido puede ser apostar por esos portátiles que incluyen memoria Intel Optane capaces de mejorar el rendimiento tanto de los discos HDD como de las unidades SSD.

Pantalla: un mínimo de 14 pulgadas o monitor externo

Pasar ocho horas diarias frente a las 13 ó 14” puede llegar a ser muy pesado (e incluso perjudicial) y si contamos con un buen monitor, vamos a ganar en espacio de trabajo, productividad y descanso.

¿Qué características mínimas le debemos pedir a nuestro monitor? Dependerá evidentemente de nuestras necesidades, no es lo mismo si solo realizamos trabajo ofimático a si nos vamos a dedicar a retocar imágenes… pero si tuviéramos que partir de una base mínima común, recomendaríamos lo siguiente: resolución Full HD (1920 x 1080p) o superior, una diagonal mínima de 24” y una conectividad que al menos ofreciese dos puertos HDMI y panel IPS.

Si queremos un extra de comodidad sin invertir mucho más, os recomendaríamos estirar la diagonal hasta las 27”, apostar por una resolución 4K y cerciorarnos de que además de HDMI, contamos con USB-C y puerto Jack para auriculares, de modo que podamos “independizar” este puerto de nuestro ordenador portátil.

Conectividad

Aunque es cierto que si hay algo que se ha puesto de moda son los ultraportátiles que confían únicamente en uno o dos puertos USB-C como forma de conectividad, no es esta la mejor opción si queremos trabajar desde casa de forma productiva y sin problemas.

¿Con qué deberíamos contar? Como mínimo, dos puertos USB-A que nos permitan conectar periféricos «antiguos» como memorias USB, teclados… etc. Como mínimo uno, pero idealmente dos, puertos USB-C para dar respuesta a los nuevos periféricos y a los que vendrán, un puerto HDMI para el monitor externo, audiojack para la conexión de auriculares y si vamos a trabajar con muchas imágenes, un lector de tarjetas SD integrado.

Se trata en definitiva que nuestro portátil de trabajo sea lo más versátil posible, capaz de responder en prácticamente todos los escenarios. Es y con un correcto mantenimiento va a seguir siendo nuestra herramienta de trabajo durante varios años y aunque como hemos visto, no hace falta tirar la casa por la ventana, no es un campo en el que debemos apostar por ahorrar a toda costa. No merece la pena.

Periodista tecnológico con más de una década de experiencia en el sector. Editor de MuyComputerPro y coordinador de MuySeguridad, la publicación de seguridad informática de referencia.

Lo más leído