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El retraso de la ley de chips de EEUU enfadada a Intel que amenaza con producir más en Europa

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El retraso de la ley de chips de EEUU enfadada a Intel que amenaza en producir en Europa

Que Europa ha tomado la delantera a EEUU en lo que regulación y producción futura de chips, es de sobra conocido. Fue el pasado mes de febrero cuando se rubricó la llamada Ley de Chips de la Unión Europea para 2030. El objetivo no es otro que no depender de China -productora de más de tres cuartas partes de chips en el mundo-y en menor medida de EEUU. La apuesta es ambiciosa: una inversión de 45 mil millones de euros en 8 años y jugosos contratos con gigantes como Intel, TSMC y Samsung para crear una fab de gigantesco calado. Pero, ¿en qué papel queda en todo esto EEUU?

La situación del país en este terreno está más llena de nubes que de claros. Asia, cómo no, tiene y seguirá teniendo un liderazgo clave en la producción de chips al menos a medio / largo plazo hasta que el sueño de la UE se haga realidad. Sin embargo, la propia ley de chips de EEUU parece estar encontrando más escollos de los que preveía, al menos es lo que ha declarado Pat Gelsinger, el CEO de Intel que, incluso, ha dejado caer que dicha ley podría no ver la luz al menos a corto plazo.

Intel ha aplazado la construcción de la que iba a ser una megafab en Ohio,  por valor de 20 mil millones de dólares. Lo que podría colocar al gigante norteamericano por detrás de las posiciones chinas y europeas. El motivo es el descontento de Intel en la falta de aprobación de los 52 mil millones de dólares en subsidios necesarios para la fabricación de semiconductores. Por lo que Intel podría optar por darle prioridad a su proyecto en el viejo continente frente a las aspiraciones estadounidenses. “El resto del mundo se está moviendo rápidamente a pesar de la incapacidad del Congreso para terminar con este tema”, ha llegado a declarar Gelsinger.

El retraso de la ley de chips de EEUU enfadada a Intel que amenaza en producir en Europa

Intel amenaza con producir en Europa y no en EEUU

Y es que los legisladores de EEUU continúan sin ponerse de acuerdo o al menos, sin prestarle toda la atención que, según requiere Intel, el tema lo precisa. Ya que se encontrarían absortos en otros temas económicos y sociales que estarían a su vez impidiendo o más bien distrayendo a los legisladores del país respecto a la ansiada ley de chips de EEUU.

Sin embargo, Gelsinger no se rinde y continúa presionando al Congreso para la aprobación de la llamada Ley de Innovación y Competencia de los Estados Unidos, también conocida como la Ley America COMPETES, que incluye el Fondo de creación de incentivos útiles para producir semiconductores, o sea chips.

Aunque al principio todo parecía avanzar a buen ritmo, las desavenencias y la desidia del Senado y el Congreso de los EEUU están provocando que dicha ley continue en barbecho y siga sin oficializarse. “Es un momento crucial, si no actuamos ahora… Por favor, no duden en el Congreso por temas partidistas”, ha declarado Gelsinger delante de los medios de comunicación lanzando una advertencia a los políticos del país.

Huelga decir que EEUU, igual que Europa, también necesita fábricas de chips para hacer frente a crisis futuras como la actual que puedan hacer peligrar la cadena de suministro global. En este sentido, la UE ha tomado la delantera. Entre los proyectos, destaca una inversión de 6.800 millones de euros para una fabricación de Intel en Alemania.

La colaboración público – privada es importante para levantar proyectos de este calado.   De hecho, los subsidios gubernamentales son y serán imprescindibles para inaugurar plantas en Europa, India y Corea del Sur, pudiendo oscilar entre el 30 y el 50% del coste total del proyecto. En China, la cifra llega hasta el 70% incluso.

Con la ley de chips de EEUU, se estima que cada fábrica reciba hasta 3 mil millones de dólares en subsidios. Sin este capital, según Gelsinger, la planta de Ohio por ejemplo no sería “económicamente viable”. De momento, el CEO de Intel ha dado de plazo al Congreso hasta agosto e Intel decidirá si produce sus futuros chips en EEUU o en suelo europeo.

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