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Opinión

La automatización robótica de procesos no es suficiente: llegó el momento de la automatización inteligente

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El low-code, la RPA y la Inteligencia Artificial impulsan la hiperautomatización

Durante los últimos años, la automatización robótica de procesos (RPA, en sus siglas en inglés) se ha convertido en una valiosa herramienta para cualquier organización; el 94% de las empresas la ha implementado o planifica hacerlo en los próximos años. Razones para la creciente popularidad de la RPA no faltan: las empresas tienen la oportunidad de automatizar procesos repetitivos que solían ejecutarse manualmente.

Por un lado, la automatización libera tiempo para los trabajadores humanos; se pueden centrar en tareas más satisfactorias que requieren un enfoque creativo, empático y una reflexión crítica. Por otro, las tareas repetitivas se ejecutan en menos tiempo y sin errores. Todo ello conduce a un mayor nivel de satisfacción de los empleados, un notable ahorro de costes, una mejora de la productividad, una transformación digital más rápida y otras muchas ventajas para las empresas.

Sin embargo, en la medida en que los entornos digitales sigan creciendo y evolucionando, empiezan a ser patentes los límites de la automatización robótica de procesos. Es aquí donde la automatización inteligente, que incorpora tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML), entra en juego. Cuando estas tecnologías se combinan con la RPA, los trabajadores digitales pueden aprender de sus homólogos humanos y colaborar con ellos en los procesos más exigentes.

¿Dónde se queda corta la RPA?

Lo cierto es que las soluciones RPA tienen sus limitaciones. Están basada en reglas, lo que significa que sólo pueden ocuparse de los procesos lineales para los que han sido programadas. Son perfectas para abordar tareas predecibles y repetitivas, ya que pueden completar acciones de gran volumen en una fracción del tiempo que se necesitaba anteriormente. Sin embargo, un software RPA no puede entender procesos más heterogéneos o ambiguos.

La RPA sólo podrá realizar tareas para las que ha sido programada: puede navegar por sendas previamente trazadas y ejecutar las pulsaciones de teclas pre-programadas. También puede identificar y extraer datos de sistemas para los que sido preparada. Mientras que su utilidad para efectuar una amplia gama de acciones predefinidas es innegable, su punto flojo es justamente es: que todas las acciones deben de estar predefinidas.

En este punto es donde la automatización inteligente puede ayudar. Abarca varias tecnologías diferentes de IA, como p. ej. el aprendizaje automático (ML, en sus siglas en inglés), la interacción con datos estructurados y no estructurados, el procesamiento inteligente de documentos y el procesamiento del lenguaje natural (ASR, en sus siglas en inglés). Combinando la automatización inteligente con las capacidades interactivas de la RPA, se obtiene un sistema de automatización capaz de procesar una gama mucho más amplia de tareas de alta funcionalidad.

¿Es mejor empezar con la RPA antes de implementar la automatización inteligente?

La RPA es la base sobre la que se construye la automatización inteligente, junto con la IA: un software RPA es la plataforma que proporciona funcionalidades de IA a los procesos de trabajo. Es una relación simbiótica en la que todos ganan. 

La IA proporciona mayores funcionalidades a la plataforma RPA, necesarias para automatizar tareas cada vez más complejas, como p. ej. la interacción con las personas, la toma de decisiones, la lectura, la escritura y la comprensión de documentos. Al mismo tiempo, una plataforma RPA favorece la incorporación de la IA a la empresa, ya que la implementa directamente en los procesos de una forma estructurada y sencilla. 

Por ejemplo, un sistema bancario que evalúa las transacciones para encontrar indicios de fraude extraerá datos de las cuentas para introducirlos en un algoritmo de IA. El motor de IA examina los patrones de los gastos típicos de un cliente para señalar posibles irregularidades o la financiación de actividades ilegales. Posibles anomalías identificadas tienen que desembocar en una serie de acciones en diferentes frentes: hay que alertar a las autoridades pertinentes, congelar la transacción, comunicarse con los auditores internos y notificar al cliente. La automatización inteligente permite gestionar todas estas acciones fácilmente, interactuando con varios sistemas (tanto dentro como fuera de la organización) y sin necesidad de programación. 

Se podría decir que el potencial de procesos de trabajo que admite la aplicación de la automatización inteligente junto a la IA y la RPA es casi infinito.  

¿Ya es tarde para pasarse a la automatización inteligente?

Junto con el resto de la industria tecnológica, el mundo de la automatización sigue desarrollándose rápidamente. Invertir en una tecnología actual para constatar que las exigencias del entorno han cambiado después de implementarla, puede ser inmensamente frustrante (y costoso). La buena noticia es que la RPA y la IA están intrínsecamente vinculadas e incluso si se ha realizado una fuerte inversión en la automatización de procesos robóticos, no es demasiado tarde. Lo más probable es que el sistema que haya adoptado le proporcione un marco sólido desde donde se puede iniciar el viaje hacia la automatización inteligente.

Pasarse a la automatización inteligente ayudará a mantener una ventaja competitiva que muchas empresas ya están aprovechando. La encuesta anual sobre la automatización de Deloitte señala que el 73% de las más de 400 organizaciones encuestadas en todo el mundo han empezado a integrar la automatización inteligente; es un salto notable desde el 58% del año anterior. Por otra parte, Gartner identifica la «híper-automatización» (que incluye la automatización inteligente) como una de las principales tendencias tecnológicas estratégicas de los últimos tres años, ya que la escalabilidad de la automatización inteligente y su capacidad para cambiar el modelo de negocio tradicional para impulsar la productividad, la innovación, la eficiencia y, en última instancia, el retorno de la inversión, contribuyen a su creciente popularidad.

Está claro que la automatización inteligente en las empresas seguirá ganando terreno; es probable que aquellas organizaciones que se decidan a implementarla hoy estén entre las más preparadas para disfrutar de una estabilidad y un crecimiento continuo durante muchos años.

Firmado: Carlota Ortiz, especialista de producto, SS&C Blue Prism

El equipo de profesionales de MCPRO se encarga de publicar diariamente la información que interesa al sector profesional TI.

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