Intel ultima un acuerdo para construir una fábrica de chips en Italia

Ya lo anunciaron en marzo, después de que el gobierno italiano decidiera destinar 4.600 millones de euros hasta 2030 a dar un impulso a la fabricación de procesadores en el país. Pero ahora se confirma: Intel va a construir una fábrica de chips en Italia, y ya está cerrando los flecos del acuerdo que dará vía libre al proyecto, que tendrá un presupuesto de al menos 5.000 millones de dólares, según Reuters. La fábrica se utilizará para producir chips que se fabrican en la actualidad en otros mercados.

Este paso es parte de los planes de la compañía para aumentar su capacidad de fabricación en Europa y depender así menos de China y de los fabricantes asiáticos. Y si todo sale según lo previsto estará listo antes de finales de mes, ya que el Presidente de Italia saliente, Mario Draghi, está trabajando para que se cierre el acuerdo antes de las elecciones generales, que se celebrarán en septiembre.

El gobierno italiano está listo para financiar al menos el 40% de los costes de la inversión de Intel en el país, que inicialmente será de 5.000 millones de dólares pero es probable que aumente en los próximos años. Y la compañía ha confirmado que, tal como anunciaron en marzo, «Intel e Italia están negociando para dar luz verde a unas instalaciones de fabricación de última tecnología. Las negociaciones están en curso y son confidenciales».

Por eso no hay todavía detalles de las condiciones del acuerdo. Ni siquiera está decidido dónde se construirá. Por ahora, hay dos zonas que tienen más posibilidades para ver levantarse la fábrica, ya valoradas por ambas partes en las negociaciones. Ambas están en el norte: Piamonte y Véneto.

Intel anunció el paño pasado su intención de ampliar su capacidad de fabricación de chips en Europa, para lo que va a invertir hasta 2030 un mínimo de 80.000 millones de euros en su infraestructura de fabricación de semiconductores en el continente. Ya hace varias semanas que ha confirmado su intención de construir una megafábrica en Magdeburgo (Alemania), después de valorar diversas opciones en Francia, Bélgica, Polonia y Países Bajos.