Todos somos conscientes de que la vida en el último año ha subido. La inflación ha disparado los precios de todos los productos, y la tecnología, no se ha quedado atrás. Una subida que, en el caso del SaaS, se calcula que ha sido de un 12% de media. Microsoft o Webflow están a la cabeza de estos incrementos.
No solo la inflación ha sido causante de estas subidas. La demanda de SaaS va en alza a un ritmo que Fortune Business Insights calcula del 18% interanual hasta 2030. Las empresas quieren disfrutar del software como servicio y cada vez ven más ventajas en ello. Así, cuanta más demanda, más capacidad de variar los precios al alza por parte de los fabricantes.
El 73% de los fabricantes han incrementado los precios del SaaS en el último año
Sea cual sea la causa, la realidad del encarecimiento de los precios del SaaS se plasma en un estudio de Vertice. Con datos de más de 16.000 fabricantes, la compañía certifica que el 73% de los fabricantes ha incrementado los precios de sus oferta SaaS en un año (agosto 2023- agosto 2022).
La variación al alza ha sido de media del 12%, doblando al porcentaje de subida de años anteriores, que se situaba en un 6%. Un cambio especialmente significativo en Microsoft, que ha aumentado un 15%, o la plataforma de desarrollo web Webflow que lo ha hecho un 23%.
Aunque la carestía del SaaS ha sido prácticamente generalizada, los proveedores que ofrecen herramientas para finanzas, ventas o productividad han sido los más propensos a estas subidas. Unas soluciones en las que se están centrando muchas empresas para mejorar su competitividad, ser más rentables o aumentar su rendimiento.
Y este encarecimiento del SaaS ha tenido sus consecuencias. Con los datos dentro de la plataforma Vertice en la mano, Microsoft, por ejemplo, ha sufrido una ligera bajada del valor de sus contratos y más aguda ha sido la caída de Auth0, Snowflake, Slack, HubSpot o Highspot. Por su parte, LinkedIn, NetSuite o Google han ascendido hasta primeras posiciones. Salesforce ha mantenido su posición líder invariable.
En términos generales, el incremento de precios ha podido penalizar a algunos fabricantes, pero no ha hecho que la demanda disminuya. Todo lo contrario, las empresas han seguido apostando por esta modalidad de software. Los datos además apuntan a que seguirá así. Aludiendo al informe de Fortune Business Insights se vaticina que el negocio SaaS supere los 273.000 millones de dólares este año y para 2030 hablemos de más de 908.000 millones de dólares.
Sin embargo, la contención que ya es norma en este 2023, se ha visto reflejada en la demanda. No solo para evitar comprar más SaaS del necesario, un mal endémico a este tipo de soluciones, sino también porque el precio ha afectado y ha vuelto a reconfirmar que sigue siendo un factor importante, aunque no sea el único, en las compras tecnológicas.
