La autonomía de los portátiles ya no es lo que era. La mejora de las baterías, la disminución en el consumo de los componentes de hardware (procesadores, memorias, unidades SSD…) y la mejora en la gestión de la energía por parte del sistema operativo han conseguido alargarla hasta límites insospechados hace tan sólo unos años. A pesar de eso, nunca está de más seguir algunas pautas de comportamiento que permitan alargarla un poco más.
1.- Cuidado con la pantalla. Es el componente que, con diferencia, más batería gasta. Procura no tener el brillo al máximo, configura el sistema para que se ajuste automáticamente en función del la luminosidad ambiente. Y, mejor que usar un salvapantallas (sobre todo, que no sea animado), haz que el monitor se apague solo cuando lleves un tiempo sin interactuar con el ordenador.
2.- Gestión de energía. Utiliza las herramientas de ahorro de energía de Windows 10 y, en caso de que las incluyan, las del propio fabricante. Algunas marcas, como Lenovo, cuentan con aplicaciones que, además de gestionar el consumo, se encargan del mantenimiento de la batería. Esto, además de mejorar su duración, alargará su vida útil.
3.- Controla las aplicaciones y servicios en segundo plano. Consumen recursos del sistema y, por tanto, también carga de la batería. Cierra todas las que no necesites y quítalas del inicio del sistema para que no se abran cada vez que enciendas el ordenador
4.- Cierra los programas que no uses. Lo dicho hace un momento es aplicable también a los aplicaciones que tengas abiertas, aunque no las estés usando en ese momento, o a las pestañas del navegador. Usan recursos. Gastan batería.
5.- Desactiva las conexiones inalámbricas. No tengas encendidas WiFi y Bluetooth mientras no las estés usando.
6.- Usa la hibernación del sistema. Si haces una pausa en el trabajo y vas a estar un buen rato sin usar el ordenador, hibernarlo consume menos energía que dejarlo encendido o que apagarlo y volverlo a encender.
7.- No dejes los periféricos siempre conectados. Mientras no los estés utilizando, lo mejor es dejar desenchufados discos externos, impresoras, incluso memorias USB.
8.- Ten bien refrigerado el equipo. Asegúrate de garantizar su correcta ventilación y de que no se calienta en exceso. Las baterías funcionan peor con el calor.
9.- No dejes que se actualice sólo. Aunque es conveniente estar al día de las actualizaciones del sistema, lo mejor es que aproveches para llevarlas a cabo cuando estás conectado a la red.
10.- Calibra de vez en cuando la batería del portátil. Esto no mejorará la autonomía de tu equipo. Pero así, al menos, te asegurarás de que la información acerca de la duración estimada de la batería que te proporciona el sistema sea correcta.