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Microsoft y las actualizaciones gratuitas a Windows 10 Pro para empresas

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Con la llegada de la versión gratuita de prueba de Microsoft Office 365 Business, una de las ventajas que ofrecía a sus suscriptores era la posibilidad de actualizar, gratuitamente, sus sistemas a Windows 10 Pro. Sin embargo, y ya desde el principio, hubo una duda que nos hizo pensar a muchos qué ocurriría al finalizar dicho periodo de prueba gratuita, ¿qué ocurriría con los upgrades a Windows 10 Pro incluidos en ese plan? ¿Se mantendría el sistema actualizado o, por el contrario, habría que revertirlo a la versión anterior? Afortunadamente la duda se ha despejado, y con la mejor respuesta posible para los responsables de administrar dichos sistemas, puesto que podrán mantener Windows 10 Pro en los mismos.

La noticia, publicada hoy por Computerworld, indica que aunque los usuarios solo se hayan beneficiado de la versión de prueba gratuita, mantendrán las licencias de Windows 10 Pro, y que lo mismo ocurrirá con quienes se suscriban a un plan de pago que incluya esta actualización desde Windows 7 o 8.1, y posteriormente la cancelen o opten por no renovarla. De esta manera, las empresas podrán emplear el servicio de suscripción de Microsoft Office para empresas como otra vía para llevar a cabo una actualización de los sistemas operativos de su parque informático.

Distinto será el caso que aquellas empresas que opten por la modalidad más alta del servicio, Office 365 Business Premium, en la que el upgrade disponible para los sistemas será Windows 10 Enterprise, una versión más avanzada del sistema operativo de Microsoft, y que en este caso se perderá una vez que finalice la suscripción, momento en el que los sistemas actualizados pasarán  a contar con Windows 10 Pro.

En cualquier caso, este movimiento es solo un paso más en la política de la nueva Microsoft que, como ya anunció hace algunos años, pretende transitar de ser una empresa de sistemas operativos y software a una compañía de apps, servicios y dispositivos. Y es que, con este modelo de suscripción, así como con las versiones SaaS de algunas de la principales aplicaciones de Office, se alejan cada vez más de un modelo de negocio en el que el epicentro radica en la venta de «cajas» de Windows y Office. Y además, al igual que ya han comprobado Apple y Google con iOS, MacOS y Android, el sistema operativo puede convertirse en la mejor puerta par que sus potenciales clientes accedan a un enorme conjunto de servicios, que pueden ser mucho más rentables que la propia venta de licencias.

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