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Tim Cook: no hay que elegir entre privacidad y seguridad

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Privacidad

De un tiempo a esta parte, y especialmente tras las revelaciones de Edward Snowden, hay un debate que no ha cesado y en el que es difícil encontrar puntos en común: ¿privacidad o seguridad? El planteamiento de base es muy sencillo, a más seguridad en los sistemas de cifrado de las comunicaciones, más difícil es detectar potenciales amenazas a través de sistemas de monitorización de las mismas.

El pasado lunes se celebró en Laguna Beach, California, el encuentro WSJDLive organizado por The Wall Street Journal, en el que participaron el almirante Michael Rogers, director de la NSA (National Security Agency, la agencia nacional de seguridad de Estados Unidos) y Tim Cook, CEO de Apple. Ambos expusieron sus opiniones al respecto, concretamente sobre la necesidad (o no) de que los sistemas de cifrado de las comunicaciones dispongan de «puertas traseras», es decir, de sistemas habilitados para que determinadas personas puedan acceder a su contenido.

La postura de la NSA es que las compañías tecnológicas deben poner esas puertas traseras en sus productos y servicios, para permitir que la agencia pueda detectar amenazas de seguridad. En palabras del almirante, los sistemas de cifrado seguros son muy importantes para Estados Unidos, pero también lo es mantener la capacidad de detectar delincuentes y amenazas a la seguridad del país. Según el almirante, un ciberataque a las infraestructuras del país llegará. «Es sólo una cuestión de tiempo hasta que alguien lleve a cabo alguna acción destructiva». Y pone nombre propio a esa amenaza al decir que el Estado Islámico puede empezar a considerar los cibertataques como un sistema de armas con el que atacar.

Tim Cook, por su parte, representa la opinión de la industria tecnológica, que ve que las puertas traseras comprometen la privacidad de sus clientes, y pueden llegar a poner en peligro sus actividades. Pero, además, pronunció una frase que no puede dejar indiferente a nadie: “You can’t have a back door in the software because you can’t have a back door that’s only for the good guys«, traducido, –No es posible tener una puerta trasera en el software porque no es posible tener una puerta trasera exclusivamente para los «buenos chicos»–.

Esto nos hace pensar a todos, ¿qué habría ocurrido si Edward Snowden, en vez de hacer público todo lo que descubrió, lo hubiera llevado a «otros interesados»? ¿Y qué otras personas tienen acceso a dichas informaciones, puertas traseras y demás? ¿Y hasta qué punto son seguras e indetectables para quienes no conocen (pero suponen) su existencia?

Imagen: Owen Moore

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