Si tu ordenador está haciendo «cosas raras» tras instalar algún programa o driver y te está costando arrancar, es hora de que arranques Windows de un modo distinto. Las Opciones de Inicio de Windows (u Opciones de Arranque) han estado ahí desde la primera versión de Windows 95, pero ahora son, a la vez, menos necesarias y menos accesibles que antes. Algo lógico en la mayoría de los casos, salvo que, como comentábamos al principio, tu PC esté dentro del reducido grupo que «tienen comportamientos extraños».
Si ése es tu caso, te conviene conocer cómo acceder a las opciones de inicio de Windows 10 (también funcionan en Windows 8) para saber qué es lo que puede estar interfiriendo en el arranque del sistema. La opción tradicional ha sido pulsar F8 mientras arrancaba el sistema. Teniendo en cuenta que debías pulsarla (y mantenerla pulsada) hasta que apareciera el logo de Windows en pantalla. Ese método funcionó hasta la llegada de Windows 10. En su lugar ahora debes hacer lo siguiente:
Método 1
Ahora tienes varias formas de forzar la aparición de esas opciones de inicio. Una se activa de forma automática cuando Windows descubre que no puede iniciar el sistema con normalidad. La manera más sencilla de conseguirlo es apagar el ordenador cuando está en medio del proceso de arranque. A los dos o tres intentos como mucho debería notarlo y, en el siguiente arranque, mostrarte las opciones avanzadas de inicio.
Método 2
El segundo método consiste en pedirle explícitamente a Windows (una vez arrancado) que se reinicie en ese modo.
1.- Básicamente consiste en pulsar la tecla ‘Shift’ mientras seleccionas la opción de menú ‘Reiniciar’. No importa si lo haces en la pantalla de login o en el menú Inicio. Lo importante es que esté pulsada la tecla ‘Shift’ mientras haces click.
2.- El ordenador se reiniciará, y entonces verás esta pantalla:
3.- Haz click en la opción ‘Solucionar problemas’ o desplázate hasta ella con las teclas de dirección y pulsa ‘Intro’. Verás la siguiente pantalla:
4.- Al igual que hiciste en el paso anterior, desplázate hasta la opción ‘Configuración de inicio’ y entra en ella. Verás esta última pantalla:
5.- Si haces click en el botón ‘Reiniciar’, eso es precisamente lo que hará tu ordenador. Windows se cerrará y arrancará de nuevo, con la salvedad de que ahora te mostrará esta serie de opciones:
6.- Algunas de ellas son realmente aptas sólo para usuarios avanzados, así que lo mejor es empezar por pedirle a Windows que inicie el sistema en ‘Modo a Prueba de Fallos’ (‘Safe Mode’), posiblemente activando las funciones de red (‘5) Enable Safe Mode with Networking’).
Arrancar en este modo es más lento que habitualmente y, al terminar, verás que Windows presenta un aspecto «menos pulido». Es normal, piensa que no se han cargado todos los drivers y ajustes visuales. Lo importante es que compruebes que el equipo arranca correctamente. Si no fuera así, puedes volver a iniciar el ordenador con la opción ‘2) Enable boot logging’, que hará un registro de todos los pasos que va dando y reflejará qué está causando problemas.
7.- Tras reiniciar en modo ‘2) Enable boot logging’ tendrás disponible un volcado de texto llamado ‘ntbtlog.txt’ dentro de la carpeta ‘Windows’ del disco de arranque (normalmente ‘C:’). Si quieres consultarlo, pulsa la combinación de teclas ‘Win + R’ y, en la ventana que se abrirá, escribe
c:\Windows\ntbtlog.txt
8.- Verás un log (un registro de sucesos) como éste:
En este caso hemos buscado algún elemento que no se pudo cargar para que sirva de ejemplo. Si encuentras alguno así, seguramente no sea fácil deducir qué hace sólo con su nombre, generalmente bastante críptico. Busca en Google el nombre completo para saber a qué se corresponde. En este ejemplo los nombres serían ‘BasicDisplay.sys’ y ‘dxgkrnl.sys’. Las respuestas que encuentres allí te servirán para apuntar en la dirección del driver «culpable» de todo este lío.