Una década de ciberdelincuencia

El último informe de McAfee, «Una gran década para el cibercrimen«, analiza las técnicas de los cibercriminales y las amenazas on-line durante los últimos diez años, una etapa en la que el cibercrimen ha cambiado drásticamente.

Dave Marcus, director de investigación de seguridad de McAfee Labs, dijo: «Desde la aparición del gusano ‘I Love You’, a principios del año 2000, hasta las incipientes amenazas en redes sociales, hemos observado que las técnicas de los cibercriminales se han vuelto más sofisticadas. Los días en los que los ataques se realizaban con el fin de conseguir notoriedad y como un desafío personal han llegado a su fin. Ahora la finalidad es puramente económica, ganar dinero sin que te pillen».

Durante los últimos diez años, el uso de internet se ha disparado y se ha quintuplicado el número de usuarios, pasando de los 361 millones en 2000 a cerca de dos billones de usuarios en 2010, según InternetWorldStats.com. Con el impulso que han tomado el comercio electrónico y las oportunidades de negocio, internet se ha convertido en un tesoro, donde la información y el dinero que circula a diario es totalmente irresistible para los cibercriminales.

Las vulnerabilidades y fraudes más importantes durante estos últimos 10 años:

– El gusano «I love you»: daños estimados por valor de 15.000 millones de dólares.

Este gusano, que toma el nombre del título del asunto del email en el que se encontraba adjunto, resultó totalmente irresistible en el año 2000 para millones de usuarios que abrieron el mensaje de spam y descargaron el archivo titulado «love letter», que contenía el virus. Este gusano costó a las compañías y a los gobiernos 15.000 millones de dólares por apagar sus equipos informáticos y eliminar la infección.

– Infección masiva MyDoom: daños estimados por valor de 38.000 millones de dólares.

Este gusano de rápida expansión apareció por primera vez en el año 2004 y encabeza la lista de McAfee en términos de daños económicos. Debido al volumen de spam enviado, se ralentizó el acceso global a internet en un 10% y disminuyó el acceso a algunos sitios web en un 50%, causando pérdidas de productividad y ventas online valoradas en miles de millones de dólares.

– La sigilosa destrucción de Conficker: daños estimados por valor de 9.100 millones de dólares.

Nació en 2007 e infectó millones de equipos informáticos, llevando su infección más allá de lo que lo habían hechos los dos primeros gusanos de esta lista, ya que los ciberdelincuentes pasaron de la notoriedad a la profesionalidad. Conficker fue diseñado para descargar e instalar malware desde sitios web controlados por los propios creadores del virus.

Las estafas más importantes

1 – Software antivirus falso

La venta de software antivirus falso es una de las estafas más insidiosas y con más éxito de los últimos años. Los ciberdelincuentes se aprovechan de los temores de los usuarios ante el riesgo que corren sus equipos informáticos y sus datos personales y, con anuncios engañosos, animan a las víctimas a comprar antivirus que les resuelva el problema. Cuando la víctima accede a comprar, la información de su tarjeta de crédito es robada por los mismos ciberdelincuentes que están tras la estafa y acaban descargando malware en lugar de un software antivirus real.

2 – Fraudes de phishing

El phishing, técnica de la suplantación de identidad para engañar a los usuarios y conseguir su información personal, es una de las más comunes y persistentes amenazas online. El phishing puede darse a través de mensajes de correo electrónico no deseado, mensajes de spam instantáneo, solicitudes de amistad falsas y publicaciones en redes sociales.

3 – Falsos sitios web

En los últimos años, los ciberdelincuentes se han vuelto más adeptos a la creación de sitios web falsos que parecen auténticos. Existen muchos ejemplos de este tipo de estafa, desde sitios web bancarios falsos, a sitios web de subastas y tiendas on-line. Los cibercriminales están constantemente creando trampas con la esperanza de que los usuarios se dejen engañar y proporcionen sus datos bancarios y su información personal.