Conecta con nosotros

Noticias

José Ángel Ávila: premio Inventor Europeo 2017

Publicado el

Galileo

Siempre se suele decir que el mayor éxito que puede lograr una marca comercial es convertirse en una palabra empleada para referirse a un tipo de producto. Coca Cola (en vez de refresco de cola), Post-It (en vez de notas adhesivas), Chupa-chups (en vez de caramelo con palo)… la lista es prácticamente interminable. Y un claro ejemplo de ello es el servicio de posicionamiento global más empleado del mundo: GPS. Y es que, aunque normalmente nos referimos al mismo como una tecnología, en realidad se trata de una marca comercial que identifica un servicio creado, hace ya bastantes años, por el departamento de defensa de Estados Unidos. Ahora es operado por NAVSTAR, que mantiene y opera los 24 satélites que permiten triangular la posición de un dispositivo sobre cualquier punto de la superficie terrestre.

Así, aunque NAVSTAR GPS es el sistema de posicionamiento más empleado en el mundo, no es el único. Durante muchos años su principal rival fue GLONASS, un servicio similar de la ya extinta Unión Soviética, pero que a día de hoy se mantiene operativo. Por otra parte, China lleva años trabajando en su propio sistema, y durante muchos años la Unión Europea ha pretendido poner en marcha Galileo, un servicio de posicionamiento propio, para no depender de los de terceros países.

El problema es que, durante muchos años, el proyecto no terminaba de arrancar, y cuando parecía que lo iba a hacer, en poco o nada destacaba con respecto a los servicios norteamericano, ruso y chino. Dicho de otra manera, Europa no parecía decidida a aportar, a su propio servicio, algún elemento que lo diferenciara, para mejor, del resto de servicios. Hacer lo mismo pero más tarde, recuerdo haber leído hace algunos años. Sin embargo, y precisamente tras darse cuenta de que el planteamiento original era erróneo, y decidieron llevar a cabo un proyecto de mejora del sistema, para hacerlo realmente competitivo y, de esa manera, no solo convertirse en una referencia al respecto, sino también en una alternativa comercial cada vez más interesante (por no hablar de otros usos, como lo relacionados con defensa, por ejemplo).

Y hoy hemos sabido, por Europa Press, que el ingeniero español José Ángel Ávila, uno de los principales responsables del proyecto de renovación de Galileo, ha sido reconocido, precisamente por este trabajo, con el premio al Inventor Europeo en la categoría «Investigación» (una de las cinco que se conceden cada año). Con este premio, la Oficina Europea de Patentes (EPO), reconoce el trabajo realizado por el ingeniero para que el sistema de posicionamiento europeo pasara sin pena ni gloria, hasta (usando sus propias palabras) que «brillara con luz propia».

El trabajo llevado a cabo por José Ángel Ávila permite ajustar en gran medida el nivel de precisión del sistema, lo que por una parte ofrece un resultado más adecuado cuando se emplea un dispositivo basado en la ubicación y, lo que es mucho más importante, permite el desarrollo de nuevos servicios en los que el grado de precisión del posicionamiento sea algo crítico. Y es que, al depender de redes como NAVSTAR GPS, si por ejemplo el gobierno norteamericano decide reducir el nivel de precisión por razones estratégicas, puede suponer un serio problema para quienes dependan del mismo. Contar con un servicio europeo, de alta precisión, y regulado por las instituciones europeas, es sin duda algo que ofrece un alto grado de garantía.

Lo más leído