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La UE valora acordar con TSMC y Samsung abrir una fábrica de semiconductores en Europa

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La UE valora acordar con TSMC y Samsung abrir una fábrica de semiconductores en Europa

La Unión Europea, según Bloomberg, está valorando la construcción de una fábrica de semiconductores avanzados en Europa para reducir la dependencia en este tipo de componentes que tienen los países de la UE para su industria de Estados Unidos y Asia. En concreto, la UE está estudiando cómo producir semiconductores con tecnología de fabricación inferior a 10 nanómetros, y cómo llegar en algunos casos hasta conseguir chips de 2 nanómetros.

En concreto, buscan reducir la dependencia de chips fabricados fuera de la Unión Europea para los sistemas wireless 5G, los coches conectados y la computación de alto rendimiento, entre otros sectores. Y para conseguirlo están buscando acuerdos con los dos líderes del sector de fabricación de chips: TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Co.) y Samsung Electronics Co, de Corea del Sur. Ambas empresas podrían estar involucradas en el proyecto de la UE, pero todavía no hay nada decidido, como ha asegurado un funcionario del ministerio de finanzas francés.

Estos planes se han conocido en un momento en el que los fabricantes de automóviles están acusando la escasez de semiconductores. En concreto, Volkswagen, el mayor fabricante de coches de Europa, ha perdido la producción de decenas de miles de coches en producción mientras pide que Europa impulse su industria de semiconductores. Mientras, otro fabricante con problemas, Daimler AG, ha asegurado que está haciendo todo lo que puede para minimizar los efectos del cuello de botella de chips que afecta a todo el sector. Puede que el problema dure poco, pero ha puesto de manifiesto la dependencia de Europa de otros países en cuanto a la tecnología clave que necesita.

No hace mucho que Europa era un núcleo importante de fábricas de semiconductores. Pero en los últimos 20 años, la región ha recortado drásticamente su producción local, dado que entre otros, los diseñadores de chips para automoción, entre los que están NXP Semiconductors e Infineon, han preferido externalizar gran parte de su producción a TSMC y otros fabricantes. Como resultados, cuando los fabricantes de coches quisieron aumentar los pedidos a finales de 2020 tuvieron dificultades para asegurar sus pedidos, debido a que también por un aumento de la demanda, los recursos se habían asignado a otros sectores, como los smartphones.

El año pasadao, la UE se fijó el objetivo de producir en el futuro la quinta parte de los chips y microprocesadores del mundo en cuanto a valor. Eso sí, no dio detalles de cómo pretende conseguir esto. En la actualidad, Europa desarrolla menos del 10% de la producción de procesadores y otros componentes de microelectrónica, y es consciente de que sin contar con la capacidad de producir chips de manera autónoma en la zona, no contarán con la soberanía digital que pretenden alcanzar en la UE.

Así, para conseguir sus objetivos, la Comisión Europea ha asegurado que va a poner en marcha una alianza europea en microelectrónica, que es probable que incluya a los principales fabricantes de Europa, y posiblemente también a los fabricantes de automóviles y a las operadoras de telecomunicaciones. Ya ha comenzado el trabajo técnico para preparar la hoja de ruta, y las prineras conversaciones sobre los planes de fabricación ya han tenido lugar. Esta alianza todavía no es pública, pero se anunciará oficialmente antes de que termine este primer trimestre del año.

Eso sí, los planes de Europa de invertir en la fabricación de chips de última tecnología pueden llegar demasiado tarde para que la zona recupere su autosuficiencia en semiconductores. Además, puede haber problemas para que las regiones levanten una cadena de suministros local. La industria y los sectores que necesitan semiconductores para los productos que fabrican, entre ellos los coches, lleva décadas trabajando en una cadena de suministros mundial bien engrasada, y cambiarla de la noche a la mañana sería muy complicado.

La puesta en marcha de un ecosistema local desembocaría, con una altísima probabilidad, en una subida de costes. Tampoco es algo que pueda conseguirse a corto plazo. Aunque los gobiernos estén decididos a conseguirlo, tardaría años en conseguirse, no meses. Por otro lado, hay varios obstáculos a los que se enfrentan en la UE para poner en marcha sus planes. De ellos, el principal es la financiación.

En un evento celebrado recientemente, el Ministro de Finanzas de Francia, Bruno LeMaire, manifestó que los proyectos industriales de Europa, incluídos los semiconductores, requieren inversiones intensas, y que «uno de los puntos débiles es el acceso al capital riesgo en Europa y la implementación del mercado de capital en Europa«.

Según Thierry Breton, Comisario de mercado interno de la UE, la alizanza para la fabricación de chips que quiere poner en marcha Europa recibirá una inversión público-privada de hasta 30.000 millones de euros. Hasta ahora ya han respaldado los planes de la comisión 19 estados miembro, que han acortado poner en marcha un instrumento de inversión cofinanciado por los países y las empresas que participarán en la alianza. Además se ha reservado un mínimo de un 20% del fondo de recuperación de la UE, de 672.500 millones de euros, para prioridades digitales, entre las que se incluye la microelectrónica.

Redactora de tecnología con más de 15 años de experiencia, salté del papel a la Red y ya no me muevo de ella. Inquieta y curiosa por naturaleza, siempre estoy al día de lo que pasa en el sector.

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